POST
POST EN BUENOS AIRES
Deleuze
es posible
¿Post Post tiene
la posta? No podría afirmárselo, pero sí
se puede confirmar que Sebastian Meissner, tecno-gurú de
turno invitado en el ciclo Estetoscopio, ha tomado la posta de
Gilles Deleuze, probablemente el pensador más fascinante
de la última mitad del siglo. Co-manager del sello Mille
Plateaux el sello electrónico más importante
de la escena alemana con todo lo que eso implica tecnológica,
filosófica y musicalmente, Meissner ha demostrado
en sus desdoblamientos (Autopieses, Random Inc, Random Industries,
Open Source) sus intenciones de investigar y explorar nuevas técnicas
y estratégicas de composición musical.
Con una estética radical (marcada por los emblemáticos
compilados Clicks & Cuts) y una enorme carga conceptual, este
sello le debe su nombre al libro homónimo de Deleuze y
Félix Guattari, y suele arengar y concientizar desde los
textos, que mucho tienen de manifiestos y en los que se intenta
formular una nueva teoría musical acorde con una nueva
era post digital: La música ya no genera
sus formas a partir de sí misma sino a partir de los elementos
de los sistemas, dice Achim Szepinski en Clicks & Cuts.
Ya sea desde Mille Plateaux o como curador de sello Ritornell
(dedicado a la música electrónica experimental),
los proyectos de Meissner asombran por su compromiso con una visión
utópica del sonido. Así nos encontramos con Jerusalem:
Tales Outside the Framework of Orthodoxy, un momento utópico
de coexistencia musical entre la cultura árabe y la cultura
judía o con Selected Randomworks, que propone usar sus
99 tracks como un juego musical desde la función random
de una reproductora de cds. Una manera de reinventar la música,
o al menos intentarlo. SANTIAGO RIAL
Sebastian Meissner
ofrecerá una charla y workshop, hoy a las 19.30. Su concierto
y videopuesta, Pequeñas historias electroacústicas,
mañana a las 19.30. Todo en el Goethe-Institut, Corrientes
319. Gratis. Además, se presentará el sábado
a las 22 en Boquitas Pintadas, Estados Unidos 1393. También
es gratis.
LOS
TANGOS DE CABRA
Che,
escuchalos
Cabra, el agitador
de Las Manos de Filippi, dice haberse inspirado en Agustín
Magaldi para la grabación de un atípico disco titulado
Tango Argenchino. Tenía unos tangos compuestos desde
hacía bastante tiempo, pero no podía darles una
forma definitiva. Me dedicaba a tocarlos solo y descolgado con
la guitarra en las calles, hasta que me junté con Bernardo
(uno de los fundadores de Las Manos) y le di un cauce a la situación.
Todo terminó en un disco, le contó al No.
Tango Argenchino ya tuvo una primera y mínima tirada agotada
que fue vendida en los recitales de Che Chino, flamante nombre
del grupo. Desconozco la causa por la cual elegí
ese nombre. Lo único que puedo decir es que no se trata
de un Che Maoísta como alguno pudiese imaginar si ve el
logo; este proyecto no tiene nada que ver con la política,
aclara. Ok, nada de política, pero sí de juegos
en el túnel del tiempo. Nos fuimos a principios de
siglo, a las letras trágicas de Magaldi y a los tiempos
en que el tango se tocaba con guitarra y sin fueye. Lo bueno de
aquel tango es que te da la posibilidad de contar historias a
través de una canción, que es lo que más
me gusta hacer. Magaldi era el abanderado de los humildes y nosotros
tomamos el ejemplo: hacemos música para humildes e inmigrantes.
Ely, guitarrista de Los Gardelitos y amigo de Cabra, toca la guitarra
criolla en los recitales del grupo. Y dice: Son letras de
tango y milongas mezcladas con situaciones de hoy. El Cabra compuso
un tema, alucinando con esos locos que entran y salen de los camarines
en cada recital de Los Gardelitos y pudo contar la historia porque
el lenguaje de aquella música da para hacerlo. CRISTIAN
VITALE
Che Chino presenta
Tango Argenchino el viernes 23 de noviembre en Bukowski.
ASI
DICEN LOS CALZONES
De
orto
Firmamos un contrato
con una multi cuando la Argentina se venía abajo; estuvimos
un mes y medio grabando, mezclando y masterizando en Estados Unidos;
en el disco tocaron todos nuestros ídolos... ¡Tenemos
un culo bárbaro!, alcanza a decir, entre risas, el
Pingüino, cantante de Los Calzones. Las buenas noticias para
el combo ska no se quedan ahí, porque el álbum de
covers Plástico le permitirá, por primera vez en
su carrera, llegar a Cemento. Habíamos descuidado
nuestra presencia en Buenos Aires porque para tocar ahí
tenés que parar quince días. Y nosotros no paramos
nunca, hacemos 250 shows por año. Nos encanta estar arriba
de un escenario y por suerte podemos hacerlo casi todo el tiempo.
Pero un concierto grande en Buenos Aires era una materia pendiente
para la banda y en algún momento íbamos a tener
que hacernos cargo.
El Pingüino se entusiasma cuando habla del último
Guillatún Tour, con el que Los Calzones recorrieron treinta
y cinco ciudades de la Argentina, de las giras por venir, y de
la edición en América latina y Estados Unidos de
Plástico. Pero tiene la mira centrada en el show en Cemento,
lugar que eligieron porque tiene un escenario de puta madre.
Lo que sí, la instalación eléctrica
no aguanta las luces de un concierto de Los Calzones, así
que vamos a poner un grupo electrógeno. Pero hacemos lo
mismo en cualquier lugar del país, porque hemos ido a muchos
shows en los que no se veía ni se escuchaba nada. Y no
queremos repetir ese error. R.C.
GRAND
PRIX SE LAS ARREGLA
La
base (no) está
Enunciado de un problema
extraído de un examen de segundo año de la Academia
del Buen Rocker: Si una banda ascendente del under, después
de grabar un primer disco en forma independiente que cosechó
buenas críticas y les brindó cierta difusión,
descubre que la economía de su país es un desastre,
que la industria musical está devastada y para colmo pierde
imprevistamente a su bajista porque se va a vivir a Barcelona
y a su baterista porque consiguió un absorbente trabajo
bien pago, ¿qué debe hacer?. Los Grand Prix
no han elegido las habituales respuestas a este cuadro (ni abandonar
ni reclutar nuevos bajista y baterista ni adoptar la electrónica
como pragmático oráculo). Su salida fue empezar
a grabar un tema nuevo por mes, con músicos invitados para
suplantar las ausencias, y ofreciendo durante unas semanas las
nuevas canciones, gratis, en su sitio oficial (www.grandprix.com.ar).
Sebastián Rubin, cantante del ahora trío -junto
al guitarrista Sebastián Arpesella y el tecladista Pablo
Font, revela al No que la decisión también
implicó un cambio estratégico para los shows en
vivo: El modelo de shows under no rinde económicamente
porque la gente no tiene plata para pagar la entrada de un show,
y tampoco rinde artísticamente, porque en los pubs el retorno
es malo, los micrófonos están hechos mierda y todo
suena horrible. Así que decidimos invertir en el estudio
y no en el vivo. Ofrecer un producto más controlado y más
digno: canciones bien grabadas, en Internet, y esporádicas
y bien cuidadas presentaciones en vivo, que también anunciamos
en el sitio. ¿O sea que Grand Prix se volvió
una banda virtual? No responde Rubin, aunque
sí es menos directo.
Hasta ahora, este Plan B de GP ya produjo tres nuevas canciones
(Nada más, Pieces of us y Nada
en este mundo) que serán incluidas en el nuevo disco,
sucesor de Hogar y que posiblemente se llame Lejos. Rubin explica
el amargo paso de exaltar el home-sweet-home a exaltar la distancia:
El concepto está más cerca de la realidad,
tiene que ver con que todos se alejan, con que muchos se van a
vivir afuera, y con tener más amigos en el ICQ que en la
agenda. J.A.
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