TE LO PREGUNTA GENITALICA: ¿PICAS O PLATICAS?

Pajeros de Monterrey

Beno y Gallo (voces), Andrés Sáenz Cantú (batería), Gilardo (bajo) y Antulio (guitarra) formaron Genitálica en 1997, en Monterrey, con una iniciativa multimedia que combinaba música y comics. Al principio, el proyecto era dibujar personajes que reflejaran lo peor de la sociedad mexicana –según ellos, la censura, la moralidad y la trivialidad–. Al año, esos habitantes de un mundo paralelo llamado Genitalandia se transformaron en canciones que aparecían en fiestas y antros del universo under regiomontano. La idea se popularizó y pasaron de ser independientes a firmar un sustancioso contrato con Sony. ¿Por qué atrajeron a una multinacional? Por su sexualidad primal y la posibilidad de que la censura –como a los New York Dolls en su tiempo– lograra el efecto Eminem. Tal vez por eso, algo en Genitálica huele a truco marketinero. Pero no nacieron ayer: compartieron escenario con Molotov, Resorte, Illya Kuryaki, A.N.I.M.A.L., Control Machete y grabaron un disco –en que se meten con el funk, el reggae y el dance– en el estudio Bob Lang de Seattle, comandado por el productor Barret Jones, el mismo de Nirvana y Foo Fighters, entre otros. El resultado fue ¿Picas o Platicas?, cuyas letras definen como “explosiones hormonales de exceso, perversidad y hedonismo” (fíjense, si no, en la letra de “Imagina”: “Imagina que nunca te pudieras masturbar, imagina el noviazgo sin sexo premarital”, etc.). Créase o no, los Genitálica se definen así: Beno es un amante de porno sites; Andrés simula tener un hámster en estado de coma dentro de su cerebro; Gallo es un gran bebedor mujeriego “de pensamientos enfermos”; Gilardo es puntual y limpio (alguno tiene que haber). Y Antulio es un zoofílico con debilidad por los pastores alemanes. CRISTIAN VITALE

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Hippie tools

En la vieja casa de La Boca que, desde hace años, es el búnker–squad-estudio de los mendocinos Karamelo Santo, pasan cosas. Mientras produce los discos de bandas como Resistencia Suburbana, Non Palidece o Andando Descalzos, el grupo acaba de terminar el que será su tercer álbum, y por las sesiones de grabación pasaron toda clase de invitados, desde sus amigos multinacionales como Manu Chao o Tonino Carotone hasta integrantes de bandas under y,
según cuenta al No el karamelo Goy, “miles de locos de Mendoza, chicos que hacen remixes, folkloristas, malabaristas, de todo... Es la onda de la casa. Si hubieras venido vos, también habrías metido algún coro, ¿no?”. Seguramente. La cosa es que el disco, según sus propios autores, “tiene distintos enfoques y millones de ritmos, es súper world music. Tiene desde cosas tipo Asian Dub Foundation hasta samplers y sonidos como los de la vanguardia del folklore, lo que pasa en las provincias”. El título del álbum, Karamelo Santo, sufrió un cambio de último momento, ya que iba a llamarse “Los guachos”, como la canción que será su primer corte. Goy explica el volantazo: “Nos pareció que ese título iba a tener una carga social muy fuerte, en relación a lo que está pasando en el país, y en cómo los barrios se convirtieron en ghettos. Y como además la última etapa de grabación del disco fue muy tormentosa, quisimos suavizar un poco el nombre”. Lo de “tormentoso” lo dice por el fallecimiento del trompetista del grupo, Silvio Espilosín, en octubre.
Las colaboraciones de las estrellas invitadas fueron para las canciones “Mal poeta” (“un tema medio mariachi en el que Carotone grabó arengas”), “La picadura” –una salsa con voz de Manu– y “Nunca”, que fue preproducida por el ex
Mano Negra. Y aquí viene la anécdota en palabras de Goy: “Tenés que ver
cómo maneja Manu el pro-tools. Vos lo ves así, con su estética medio hippie, pero el chabón se sienta en la compu y hace destrozos”. JAVIER AGUIRRE

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Modelo masculino

Increíble pero real: Palmeras Salvajes, un grupo verdaderamente nuevo, regala su primer disco a las primeras 200 personas que se contacten con ellos. Amiga, el regalo en cuestión, es un fresco y sensual disco de pop tropical, ocho canciones de un grupo de ex rockeros flasheados y cautivados por la cumbia de grupos como Los Mirlos, Jimi y su Combo Negro o Damas Gratis. “No puedo escuchar otra cosa. Pablo Lescano está tocado por la varita mágica”, dice Martín Roisi, ex tecladista de Fotofobia, que junto a Martín Buschi se encargó de la producción general del disco, que a su vez contó con la producción musical de Gonzalo Córdoba (Suárez). El disco es la banda sonora de un descubrimiento: el de la música tropical de parte de varios ex integrantes de uno de los grupos de rock más
experimentales de fines de los ‘90. El disco es también, sin proponérselo, un manifiesto para un nuevo modelo masculino, más relajado y mucho más sumiso. El concepto es simple y ellos mismos lo enuncian desde la gráfica del disco: “El amor masculino, el verdadero, tiene mucho de amor paternal pero, aunque parezca una paradoja, el hombre fuerte nunca fue seductor de mujeres. Se dejó seducir por ellas...”. Difícil, entonces, no querer hacerse amigo de esta amiga que nos regalan los Palmeras Salvajes. Imposible, después de escuchar estas canciones y de ver la mirada de Amanda, la Diosa-Amiga de estos generosos muchachos, no dejarse llevar: “Y si la ola me lleva lejos.... Es una ola espiritual.” ¡Las amigas de los Palmeras son mis amigas! SANTIAGO RIAL UNGARO
Palmeras Salvajes abrirá el Buen Día el 12 de diciembre al mediodía. Contacto: [email protected]

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Inteligencia artificial

El año pasado, algunos estudiantes y docentes de Diseño Gráfico de la UBA decidieron que el trabajo de cátedra no era todo lo estimulante que querían. En la búsqueda de la experimentación y la libertad creativa, se agruparon bajo el nombre de Fase y sacaron un “superfanzine” con ese nombre. Fase es, entonces, un espacio en el que ellos y algunos de sus allegados pueden plantearse “locuras” que provocan que colegas más veteranos los miren como si tuvieran tres brazos. Hasta ahora, la revista publicó tres números (un catálogo de cátedras irónico, otro con puntos de vista sobre la religión y el último sobre la manipulación de la información). Este martes, Fase presenta un show audiovisual en Pabellón 4 (Uriarte 1332) para apoyar el lanzamiento de su cuarto número. Como el tema son los robots, el grupo montará una estructura de andamios forrados de cartón desde la que saldrán brazos mecánicos y manos que entregarán los ejemplares. “Lo que hicimos fue invadir un aula de la facultad y llevar los materiales para trabajar”, explica Gustavo Gagliardo, docente y director del proyecto. “En este caso, fueron carcazas de computadoras, cosas así. Después convocamos a diseñadores amigos e hicimos el traslado de eso a la revista. De todos modos, cuando hablamos de robots no nos referimos a muñecos de chapa. No es tan lineal: vamos desde un marcapasos hasta un hombre bomba, que también funciona como un robot.” R.C.