Personajes Fidel Nadal, del punk a Jah Africa mía Se fue de Todos Tus Muertos cuando el grupo por fin tenía su propio sello y había logrado proyección internacional. Dejó atrás su espíritu anarco para llevar el mensaje rastafari en las letras de sus canciones. Dice que su sueño es irse a vivir al Africa. Mientras tanto, el próximo 31, Fidel Nadal sigue presentándose en vivo con su grupo, Anbessa (que significa León), presentando el material de su disco Selassie I Dios Todopoderoso. Por Fernando DAddario Cuando
Fidel Nadal se apropia de la escena (y en este caso la escena transcurre
en un bar de Villa Urquiza), las posibilidades de entablar una conversación
convencional se someten a sinuosas coordenadas. Ante la alternativa
de proponer un debate, es más saludable dejarse invadir por su
extraña cosmogonía, que para una visión racionalista
revelaría una suerte de delirio místico. En ese bar de
Avenida de los Incas y Triunvirato, frente a la previsibilidad de parroquianos
que hablan de lavado de dinero, de la selección de Bielsa y de
la morocha que bajó del colectivo 87, escuchar decir, así
como así, que Somos el pueblo de Israel en Egipto, Selassie
nos va a liberar, como liberó a nuestros hermanos de Etiopía,
abre las puertas a un universo paralelo, tan absurdo como fascinante,
cuyo territorio no depende de parámetros lógicos sino
del grado de permeabilidad de quien se deja sumergir en él. ARGENTINO
LAS PELOTAS Tomé conciencia de que soy africano cuando
me dijeron por primera vez negro de mierda. Fue cuando era chiquito,
en la escuela, así que no se esperaron mucho para marcarme. La
discriminación la sentí en carne propia, estando en un
país donde ya no hay casi negros, porque los mataron. Por eso
no puedo decir que soy argentino. No lo soy. ¿Cómo voy
a cambiar un continente (el africano) y una civilización por
un país que nos trajo en esclavitud y luego nos exterminó?.
Fidel era punk en los 80. Hoy es rasta. Ser rasta, antes que aludir
a una estética derivativa de un género musical (el reggae),
implica una toma de conciencia y una política frente a la vida,
cuya historia se puede resumir así: en las primeras décadas
del siglo XX, un jamaiquino llamado Marcus Garvey pronunció una
profecía que se extendió por la isla caribeña,
poblada desde siempre por una inmensa mayoría de negros, y gobernada
desde siempre por una minoría de blancos: Mirad al Africa,
donde coronarán a un Rey Negro. Proponía, como instrumento
de lucha para los negros descendientes de esclavos, el regreso al Africa.
De hecho, y aunque fuese mínimamente, lo llevó a la práctica:
compró un barco y llevó cientos de hombres y mujeres a
Liberia, pero el intento no prosperó por problemas con el gobierno
liberiano. Finalmente, aquel ansiado Rey Negro apareció unos
cuantos kilómetros al este, en Etiopía. En 1930, Ras Tafari
Makonnen se coronó emperador de ese país, se hizo llamar
Haile Selassie I y logróconvertirse en objeto de adoración
para miles de rastas. Bob Marley fue el más famoso de ellos,
y universalizó una prédica que, de no haber sido por la
música, difícilmente hubiese llegado a negros de todas
partes del mundo, Fidel incluido. TODOS
PUEDEN SER RASTAS Fidel lanza una carcajada que logra distraer a
los clientes del bar. Sólo se le ha dicho: Dejaste el grupo
cuando mayor proyección internacional parecía tener....
Las dos cosas son ciertas: 1) Fidel estableció una impasse en
su relación con TTM y formó Anbessa, una agrupación
dedicada exclusivamente al reggae; y 2) es raro que un grupo de rock
se separe cuando le va bien. Fidel vuelve a reírse, y jura que
no se está burlando: Hace poco estuve tocando en Venezuela
y me preguntaban lo mismo. Lo que pasa es que hablamos distintos idiomas.
¿De qué me sirve el éxito si no estoy al lado de
Selassie I, el más grande? Mi misión en la tierra es llevar
su mensaje en las letras de mis canciones. Nadie podrá
negarle que cumple su cometido en este mundo. EL
GRAN ENGAÑO Fidel, no obstante, sigue con fervor militante
los preceptos del rastafarismo: no come carne, no toma drogas (la marihuana,
según su visión, compartida por muchos, no es una droga)
ni alcohol. Pero no discrimino. Digo solamente que es doloroso
ver a alguien drogado, dado vuelta. Jah (Dios) nos dio la vida, lo más
precioso: no lo destruyas. Yo antes comía carne, y también
tomaba alcohol. Pero la Biblia lo dice: Dejad que los tristes de espíritu
beban. No necesito tomar, porque mi alegría está en Selassie.
No es necesario agregar más condimentos a un coctel que, con
estos ingredientes, ya se ubica en las antípodas de la cultura
rock. Claro que Fidel escucha la frase cultura rock y lanza otra de
esascarcajadas que someten al destinatario a un estado de perplejidad
sólo superable mediante la devolución de la carcajada.
¿Qué es el rock?, pregunta, y no tarda en
contestarse: En algún momento nos dijeron que el rock iba
a cambiar el mundo. Y fue un gran engaño. Entramparon a varias
generaciones de jóvenes. Y yo me incluyo entre los engañados.
Nos hicieron pensar que, haciendo música rock o música
punk, nos oponíamos al sistema. ¿Y dónde está
el punk? Hoy los punks son los líderes del mundo: el Papa, Bush,
Clinton, son los que nos decretaron el No Future del que hablaban los
punks. Lo estamos viviendo, nos están llevando a la autodestrucción
tan pregonada. Fue una hábil treta política: nos pusieron
el rock, y lo tomamos. Me costó desengañarme, darme cuenta
de que había muchos punks que se vestían de tercermundistas
para lavar la culpa de sus antepasados piratas, colonizadores y asesinos. ¿QUÉ
TENGO YO QUE VER CON AMÉRICO VESPUCIO? Dos cosas: 1) nada
enfurece más a Fidel que insinuarle que Selassie fue un cruel
dictador africano, según consignan algunas crónicas; 2)
dentro de la cultura negra, Fidel tiene referentes que no necesariamente
están abonados a la cultura rasta. Defiende, por ejemplo, a Malcolm
X (un pilar en la lucha contra la opresión), pero
cuando se le nombra a Martin Luther King, espera dos minutos antes de
responder: No lo admiro, pero tampoco podría hablar mal
de él. El rap: Me gusta musicalmente pero no encuentro
un mensaje en el rap norteamericano. Parece que lo que ellos anhelan
es vivir como los blancos. Puro materialismo y ninguna conciencia de
repatriación, de búsqueda de lo africano. Igual, no soy
tan ciego como para no diferenciar, si la alternativa es Wu Tang Clan
o Eminem... Pero entiendo el proceso por el cual el rap norteamericano
piensa como piensa. Lo que yo digo es que una misma historia, un mismo
proceso, nos trajo tanto a Spike Lee como a mí... Me encantan
sus películas, que desenmascaran el fraude del cinenorteamericano.
Hay cosas que indignan, pero causan gracia: como que en Cleopatra el
faraón haya sido ¡Yul Brinner! y Cleopatra Elizabeth Taylor,
o que ¡Robert Powell haya sido Jesús! Eso pasa en toda
la cultura occidental y cristiana. Argentina es un país lleno
de héroes, y todos son blancos, como estatuas. Detesto que a
los negros que viven en Norteamérica les digan afroamericanos.
Es como cuando a mí me dicen latinoamericano... ¿Qué
tengo que ver yo con Américo Vespucio? Yo no soy pariente de
él. Latinos son los europeos.
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