¿Qué
es un clásico, a esta altura del milenio? Quizá nada,
porque todos los temas pertenecen al milenio pasado.
Todavía no se establecieron los usos y costumbres de este
nuevo período de mil años que comienza. Quién
sabe si el ser aburrido no es el hit del
siglo XXI, y las sociedades excluyen, cansadas de tanto circo, a
los divertidos que organizan una gran fiesta pero después
nos pasan la cuenta a los demás, o qué. O si
el fútbol será reemplazado por el juego de la
mancha o el poliladron en las preferencias masivas,
y veremos multitudes reunidas en grandes estadios viendo cómo
un jugador persigue a otro hasta tocarlo y gritarle ¡Mancha!,
ante la algarabía de su hinchada que lo alentará decididamente
desde la tribuna.
Quizá se estile que a los hijos realmente los traiga la cigüeña
de París, donde podría estar el principal sistema
de clonación del mundo, en homenaje al mito. O se invente
un programa que permita que los que están chateando puedan
también compartir un mate. O que el chocolate no engorde
y el sexo sí. Por ahora, en Sátira/12 seguimos con
los clásicos, o sea los de siempre.
Hasta el sábado que viene, lector
RUDY
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