Estamos
tinelibánalicávallídotipáraliátomiprivatizados,
lector. La crisis sigue, más allá de megacanjes y
microexpectativas. La gente se va o se queda, se mete en el cyberespacio
como manera de escaparse, comprar dólares o tomates, o fideos,
comprar todos los rumores que circulan por ahí, y si la plata
no le alcanza para comprarlos, los hace caseros.
El verdadero tema de la semana, la vedette, es el riesgo país,
que estámás allá de las nubes; y la crisis,
y cómo salir de ella. No, lector, no espere aquí la
solución del tema: al fin y al cabo, nosotros somos humoristas,
no sabemos nada de economía, ni de política.
¿Y entonces? Bueno, entonces analicemos qué es lo
que nos proponen. Por un lado, desde la provincia más habitada
del país nos llegan los bonos, bonitos recursos para hacer
como que no pasa nada, todos cobran hermosos papelitos con la cara
de algún prócer que se preste a la ocasión,
y si después el almacenero no los acepta, y el frutero nos
mira feo, sin duda el farmacéutico los aceptará, y
si no, bueno, tendremos el papel higiénico más caro
de la historia.
El Estado dice que sólo va a pagar los sueldos, jubilaciones
y pensiones con lo que recaude, y una vez que hayan cobradolos acreedores
dela deuda, que siempre están primeros en la cola para cobrar
, pero ahora parece que van a ser losúnicos..
¿ quéotras altermnativas se manejan?
Una es la devaluación. O sea, sus pesos no valen más
un dólar cada uno. Esto no debería importarnos, pero
resulta que hay varias tarifas, la del teléfono, por ejemplo,
que están atadas al dólar. O las cuotas
de la hipoteca, o las de la videocasetera. Y si bien esta maniobra
debería ayudar a la industria argentina, para ello debería
volver a haber industria argentina. En el otro rincón. la
dolarización. Al peso se les dan las gracias por los servicios
privatizados y se los archiva for ever and ever. Argentina se vuelve
verde y nuestros billetes quedan firmados por Mr. Bush or Mr. Greenspan,
que son a quienes debemos irles a cantar si nuestra economía
se va a pique. Va a ser como estar en el Primer Mundo: allá
también hay desocupados y pobres. Como verá, lector,
no sabemos con qué quedarnos. Y parece que ellos tampoco.
Nos vemos el sábado que viene, lector.
Rudy
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