La Fiscalía pidió ayer 17 años de prisión para el ex jefe de la barrabrava de Newell`s, Diego "Panadero" Ochoa, como autor intelectual del homicidio de su antecesor, Roberto "Pimpi" Caminos, perpetrado en 2010. Por el hecho, fueron condenados en su momento Carlos "Betito" Godoy y René Ungaro, como autores materiales. El fiscal Luis Schiappa Pietra aseguró que el crimen "le importaba, lo quería y lo podía decidir Ochoa. Era quien necesitaba que Pimpi no esté más. Estaba en una posición privilegiada y contaba con los recursos", dijo. En ese contexto, indicó que las pruebas en su contra se reunieron tras el crimen de Maximiliano "Quemadito" Rodríguez, en 2013, por el que también fue sindicado el Panadero. Según consideró, éste veía a Caminos como quien "amenazaba su liderazgo". Además, dijo que hay escuchas telefónicas, y aseguró: "Todo el que le disputó el liderazgo a Ochoa terminó mal". Para el defensor Ignacio Carbone, se trata de un caso juzgado y recordó que en el juicio de 2011 --cuando Ochoa fue testigo-- se dijo que los autores materiales tenían "motivos propios" para matar a Caminos. Ochoa se declaró inocente y pidió imparcialidad a los jueces.

A Pimpi Caminos lo mataron el 19 de marzo de 2010, alrededor de las 5:25 de la madrugada, en la vereda del bar Ezeiza, de Zeballos y Servando Bayo. Un hombre bajó de un auto y le disparó cinco veces. El hecho llegó a juicio a fines de 2011 pero no había elementos para acusar a Ochoa. Según el fiscal, estos aparecieron tras la muerte del Quemadito.

Tres minutos antes de las 9 de ayer, el acusado llegó a Tribunales fuertemente custodiado, esposado y con chaleco antibalas. Una vez que los jueces Edgardo Fertitta, Marisol Usandizaga y Julio Kesuani tomaron sus lugares, el fiscal Schiappa Pietra relató la acusación. "Este juicio es especial", dijo; y adelantó que la prueba buscará demostrar los recursos con los que contaba Ochoa para instigar el hecho y los vínculos que le achaca con otros ataques. "Por aquella época (2009-2010) el liderazgo estaba en disputa. Vamos a demostrar que Caminos se resistía a perder ese liderazgo. Hay hechos significativos que dan cuenta de esta situación: el intento de ocupación del club y el hecho que se cobró la vida del adolescente Walter Cáceres (conocido como la emboscada a colectivos de Ñuls, en Circunvalación). Querían amedrentar a la conducción. Por eso, vamos a demostrar cómo fue la interna, quién tenía poder de decisión. Ochoa tenía un lugar superlativo. Vendrán testigos que fueron parte de la hinchada del club que darán cuenta que el homicidio de Caminos, antes que a nadie le importaba, lo quería y lo podía decidir Ochoa. También demostraremos que se ocupó de pagar las deudas".

Schiappa Pietra indicó que los autores materiales "no tenían en sí mismo mayores intereses" en el crimen; cuestión que negó la defensa del imputado, que consideró "incompatible" el juicio que empezó ayer con el de 2011, ya que en su momento se habló de "motivos propios" de quienes gatillaron. "En el paravalancha había un montón de gente que cumplía un rol. Eso dista mucho de la imagen romántica de amor y pasión por la camiseta", aseguró el fiscal. "Muchos reportaban y cumplían lo que Ochoa les ordenaba. Detrás estaban todos ellos, y se jugaban cosas de la barra que les daba beneficios económicos". Incluso, el fiscal mostró una carta en la que Godoy le escribió a Ochoa para que no deje la hinchada, porque sino "cagamos todos". Con ello, quiso mostrar también el vínculo de amistad entre ambos. "Ochoa necesitaba que ocurriera este homicidio, pero él no lo podía cometer; y como en otros hechos ilícitos, otras personas lo harían". Así, relacionó el crimen con los posteriores ataques a Pera (noviembre de 2010) y al Quemadito (febrero de 2013). El último de los casos está en trámite; mientras que en el de Pera fue sobreseído.

Además, habló de la forma en la que operaba la barra. "No pueden decir que Ochoa no los podía controlar, porque era quien coordinaba las tareas. Había una cadena de gerenciamiento y Ochoa disponía de recursos. Se le secuestraron teléfonos y armas", recordó. Y agregó que "no tuvo con nadie el trato que tuvo con Godoy", hermano de una joven que fue su novia.

La defensa de Ochoa se quejó de que el 85 por ciento de los testigos son los de 2011; que algunos pertenecen a la "delincuencia rosarina" y son "enemigos de Ochoa". Dijo que la investigación fue "una excursión de pesca", porque su cliente "es inocente"; y recordó que fue él quien pidió el juicio oral.

El fiscal remarcó que la acusación hacia Ochoa no es cosa juzgada, porque se trata de una persona que "no había sido investigada" cuando se sentenció a los autores materiales. Por ello, insistió con que las pruebas se empezaron a colectar tras el homicidio del Quemadito.

En principio, el juez Javier Beltramone (los dos casos recayeron en su juzgado) procesó a Ochoa como instigador de las muertes de Caminos y Rodríguez, pero la Cámara revocó la acusación por el Quemadito, que volvió a ser apelada por el fiscal y ahora espera una nueva resolución.

Una de las primeras en declarar fue Rosa Caminos, hermana de la víctima, que enfrentó en varias ocasiones al defensor de Ochoa, durante la audiencia. La mujer aseguró que desde que se empezó a mencionar a Ungaro y Godoy como autores materiales del crimen (ya habían cometido otros ataques contra Pimpi) se rumoreaba que tenían que ver con Ochoa. "Siempre se dijo que era el instigador. Se lo dijimos al juez Beltramone, pero dijo `al Panadero y al club no llego'". La mujer está detenida por la Justicia Federal, acusada de comercialización de estupefacientes.