Codo a codo, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, y el gobernador Miguel Lisfchitz, aseguraron que el operativo de seguridad coordinado en la provincia funciona de parabienes. "Los resultados empiezan a estar a la vista", confió la funcionaria, aunque rápidamente aclaró que "poder salir de esta situación y que la gente pueda salir tranquila a la calle nos va a llevar un tiempo". El mandatario, en tanto, solo tuvo loas para la ministra. "Nuestra valoración es absolutamente positiva", le concedió en la conferencia de prensa que se realizó ayer a la mañana en la sede de Gobierno de Rosario. El ministro de Seguridad provincial, Maximiliano Pullaro, por su parte, pidió "continuar por el mismo camino".
La Piba llegó a Rosario primero para evaluar junto a los funcionarios santafesinos el desempeño de las fuerzas federales en la región. La comitiva luego encabezó el contacto formal con la prensa y finalmente se dirigió a Avenida Francia al 5200 donde funciona el depósito judicial de vehículos. Allí firmaron el convenio que habilitará la compactación de vehículos de uso oficial que quedaron "obsoletos" o fueron secuestrados tras haber sido partícipes de algún delito o porque se encuentran abandonados. Según el gobernador, el acuerdo permitirá "eliminar un número importante de vehículos", alrededor de seis mil. Bullrich definió al programa como "muy importante" y habló de destruir unos ocho mil autos y motos, "entre ellos los utilizados por la banda de Los Monos".
"Pero además estamos generando un vínculo con los jóvenes: el dinero que se recaude será destinado a dos ONGs que trabajan para mejorar la calidad de vida de los chicos", añadió la ministra. En rigor, el Estado nacional proveerá la empresa compactadora y una parte del dinero obtenido por ese material se destinará a entidades de bien público que disponga el Ministerio de Seguridad provincial. En este primer convenio las entidades beneficiadas serán la Asociación Civil de Prevención del VIH/Sida y Drogadicción de Rosario y el club social y deportivo Nueva Aurora, también de Rosario. La empresa que adquiere la chatarra es la firma JIT S.A.
Pero antes de hablar bondades del compactado, la plana de funcionarios, custodiados por los titulares de fuerzas de distinto rango, celebró los "buenos resultados" del trabajo "conjunto" entre ambos estados en materia de seguridad. "Sabemos que la gente los empieza a ver de a poquito", arrancó Bullrich, quien habló del "enorme estrago" que hizo el narcotráfico en la zona. Pidió paciencia porque la mejora "va a llevar un tiempo" y dijo que, aunque "los números son fríos", los santafesinos están "un poquito mejor". Prometió estadísticas anuales para el mes de mayo, cuando se podrá "hablar de mejoras". "Los santafesinos y rosarinos tienen un equipo de seguridad trabajando para ellos todos los días", se envalentonó.
"Las bandas más importantes (del narcotráfico) están detenidas", aseguró la ministra, aunque admitió que "siempre van a intentar otras tener el lugar". En esa línea, dio una peculiar definición sobre el comercio ilegal de estupefacientes. "Es como el juego del gato y el ratón, hay que ver quién es el primero que agarra al otro", dijo ante el asombro de colegas, policías y periodistas. "Estamos trabajando para que no nos sorprendan", prosiguió y habló de un "cambio de paradigma en Santa Fe", ya que se busca "más investigación" para "no chocarnos con la droga".
Bullrich titubeó cuando se le pidieron datos concretos sobre las mejoras, cuando se la indagó sobre la baja de los índices de criminalidad e inseguridad en Rosario. Dijo al pasar que había tres mil gendarmes operando en la ciudad y pidió la asistencia a Pullaro sobre la cantidad de droga incautada en la provincia. "No tengo la cifra, no sé si Pullaro las tiene", esquivó. El ministro dijo que en 2016 hubo 153 operativos realizadas por la policía santafesina y otros 160 procedimientos efectuados por fuerzas federales, pero no tenía los datos de incautación.
Bullrich tampoco supo dar precisiones sobre un aumento en los juzgados federales de Rosario, un punto que ella había prometido en septiembre del año pasado, incluso se animó a dar el número de seis nuevos juzgados. "Nosotros somos el sindicato de defensa de nuevos juzgados federales", respondió.