Nasrin Sotoudeh es una abogada iraní que está presa desde hace un año por defender a mujeres que se oponen al uso forzoso del hiyab, el tradicional velo con el que deben cubrir la cabeza y parte del pecho. Nasrin, que además es activista por los derechos humanos, enfrenta una condena de 39 años de prisión y 148 latigazos por “difundir propaganda contra el sistema”.
La abogada iraní está presa en la cárcel de Evin de Teherán desde el 13 de junio pasado. Los cargos más recientes contra ella responden a su trabajo como defensora de diferentes mujeres condenas por protestar pacíficamente contra la “legislación abusiva, discriminatoria y degradante de Irán sobre el uso forzoso del hiyab”.
Las detenciones de mujeres por protestar contra el uso de la hiyab comenzaron en diciembre de 2017 cuando una mujer se quitó el velo, lo ató a un palo y comenzó a ondearlo desde lo alto de una estructura. Lo hizo para protestar por su uso obligatorio. El gesto fue imitado por muchas otras mujeres en todo el país, que popularmente fueron identificadas como las “chicas de la calle de la revolución”.
Las actividades realizadas por Nasrin Sotoudeh en su función de abogada defensora fueron mantener reuniones con sus clientes. Y por eso le armaron también una causa penal contra ella. Según su esposo, Reza Khandan, Nasrin dijo que como no puede defender a las mujeres por estar presa ella también pensaba rebelarse contra el uso del hiyab en la cárcel. Dijo que, al igual que sus clientas, las “chicas de la calle revolución”, el uso obligatorio del pañuelo es “inhumano y contrario a los derechos humanos”.
Antes de su detención, Nasrin había criticado públicamente la decisión de la Magistratura de obligar a las personas detenidas por determinados cargos —entre ellos los relacionados con la seguridad nacional— a elegir a su abogado defensor de entre una lista de letrados investigados y aprobados por el presidente de la Magistratura. De hecho, los organismos de derechos humanos criticaron que los abogados de esa lista son en su mayoría exfiscales y jueces que no son independientes.
Al cumplirse un año de la detención de la abogada, Amnistía Internacional lanzó la campaña #FreeNasrin que incluye la entrega de 1.188.381 firmas a las autoridades iraníes para exigir la libertad inmediata e incondicional de Nasrin.
Según detallaron desde el organismo, en el momento de la detención las autoridades iraníes le informaron a Nasrin que debía cumplir una condena sin haber sido ni siquiera juzgada. Más tarde le avisaron que se enfrentaba a nuevos cargos por “difusión de propaganda contra el sistema” y “reunión y colusión para cometer delitos contra la seguridad nacional”.
“El caso de Nasrin Sotoudeh es representativo de la represión general desatada por las autoridades iraníes en los últimos años para aplastar a la sociedad civil iraní y silenciar a quienes defienden los derechos humanos en el país”, dijeron desde Amnistía Internacional.