Bien podría el “Topo” Encinar ser visto como una fuente creativa de la que beben músicos populares argentinos, de disímiles pareceres y generaciones. Bien, también, como una especie de fina cosecha tardía –aunque sea tucumano-- de la trova rosarina. O como un espejo del mejor Fito Páez. Bien podría ser todo a la vez, pero hay un detalle que contrapesa tanto elogio: no es conocido. O al menos no como debería en un sociedad que ame su cultura. “Igual, no pienso ni fantaseo mucho con ser más conocido” asume el compositor, pianista y guitarrista que alguna vez tocó con Jacinto Piedra. “Ojo, cuando era adolescente sí soñaba con eso, pero rápidamente y gracias los muchos referentes que tuve me di cuenta que lo importante era otra cosa”.
¿Qué cosa?, simple: hacer lo mejor que se pueda y dejar una obra sólida. “Que esto se reconozca o no, depende de miles de situaciones que uno a veces no maneja. Sí está bueno que tus colegas reconozcan tu laburo”, sostiene Encinar, a poco de haber publicado un bellísimo disco llamado Aquí, en la piel, cuya presentación en Buenos Aires está prevista para este viernes a las 21.30 en el ECuNHi (Avenida del Libertador 8151). “Si bien muchas de las canciones que conforman el disco (trece en total) las vengo tocando o fueron grabadas por colegas, ésta vez sonaran tal cual se grabaron, con los músicos que tocaron en el disco”, presagia el autodidacta de Tafí Viejo, que lucirá acompañado por el riojano Ramiro González, Pedro Furió y el Quinteto "La Grela", entre otros.
“Es una pena que no pueda estar también Raúl Carnota, un faro ineludible para mí, que dejó una obra intachable, sólida, profunda, compleja”, refiere el Topo sobre aquel guitarrista quien, de generoso nomás, le habilitó la letra de una de las canciones más hermosas del disco: “Final”. “Raúl me dio la letra estando ya enfermo, un par de años antes de morir. Yo le mostré la música, le gustó y me dijo que le diera para adelante. No tenía título y me pareció, por lo que dice el texto, que el nombre era el apropiado. Hermoso Raúl... se lo extraña bocha”. Otra de las canciones que merece más de una escucha es la que abre la placa. Se llama “Chaplines asesinos”, y así la piensa su autor. “Una noche apareció la imagen de un Chaplin asesino y me quedó dando vueltas hasta que salió la letra en diez minutos”
-Locura creativa, ¿por qué chaplines asesinos? ¿Qué denotan?
--Las paradojas que vamos llevando y juntando a través de nuestras propias vidas. Es básicamente lo que somos, un cúmulo de cosas buenas y no tan buenas que tenemos adentro y equilibran por ahí nuestras existencias. Es una idea que sigo en “Aquí en la piel”, el último tema. Este también habla de lo que uno tiene dentro, pero la diferencia es que fue escrita apenas asumió Macri y, por lo tanto, tiene una mirada bastante pesimista. Igual, me quedé recontra corto.
-Ahora cierra mejor por qué la tapa del disco grafica su rostro con una lágrima en el ojo izquierdo y un aro de la JP…
-Es un pequeño homenaje a la gloriosa Juventud Peronista. Tengo mucha admiración por esos muchachos y muchachas que dieron su vida por un ideal, con errores o aciertos, pero sobre todo con mucho amor. Se la jugaron y eso es un valor imprescindible.