Veloz para construir su propio mito, Miguel Pichetto explicó su candidatura como vice de Mauricio Macri por la solidez de sus presuntos vínculos con el establishment, con los Estados Unidos, con los fondos de inversión, con el gas y con el petróleo. Una investigación de Página/12 entre políticos, empresarios y miembros de think tanks argentinos y norteamericanos permitió concluir que nada de eso existe. Al menos no existe con la profundidad que al senador le gusta mostrar.

Tal como informó este diario, la alianza entre Pichetto y Macri que comenzó cuando Cambiemos inició el gobierno quedó sellada con sangre la última semana de abril en Wall Street. En la City financiera el entonces presidente del bloque justicialista dijo que la Argentina tiene futuro, que pagará sus deudas y que la crisis económica no es dramática.

Ya es público que Macri entró en éxtasis. “Pichetto es un patriota”, definió esta semana Macri a Pichetto cuando recordó aquel episodio.

Del otro lado del espectro político, al senador lo ayudó la visión conspirativa que explica el vuelo de cada mosca como una diabólica operación de “La embajada”. Es decir, de la embajada de los Estados Unidos. Algunos políticos se irritan cuando quedan ligados al Palacio Bosch de Libertador al 3500, la sede de los embajadores que designa la Casa Blanca. Pichetto, en cambio, usa las teorías conspirativas en su favor. Él sí quiere aparecer como el argentino más pronorteamericano que hay en plaza.

Igual que la ultraderecha brasileña, Pichetto no solo habla de Venezuela como si la Argentina se le pareciera en algo sino que hasta advierte contra la amenaza del comunismo. Es el tono de la Guerra Fría que estaba en auge cuando el senador nació, en 1950. Incluso quiso atacar a Axel Kicillof por una supuesta militancia en el Partido Comunista. En rigor el precandidato del Frente por Todos en la provincia de Buenos Aires fue uno de los fundadores de TNT, Tontos pero no Tanto, una agrupación independiente que en tiempos de Fernando de la Rúa logró disputarle el centro de la  Facultad de Ciencias Económicas a Franja Morada. Jorge Kreyness, dirigente actual del Partido Comunista, dijo en la 750 que la “acusación macartista y medieval” quiere “demonizar al principal candidato”. Agregó: “Kicillof nunca participó del Partido Comunista, cosa que es comprobable en los registros de afiliados”. El Partido Comunista tuiteó en su cuenta oficial: “Estimado @MiguelPichetto, le queríamos aclarar que @Kicillofok no pertenece a nuestras filas pero nos cae diez puntos y compartimos con él el amor por los gatitos”. Tras aclarar que “la imagen es apócrifa”, posteó un montaje con las cabezas de Carlos Marx, Federico Engels, Lenin y Kicillof.

Embajada

Para colmo, detrás del viaje de abril a Nueva York no estuvo la embajada de los Estados Unidos sino el Gobierno argentino, ayudado por sus amigos del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires y el banco HSBC. Inútil relacionar al HSBC con “La embajada”: su matriz es británica desde 1865 y opera desde Europa.

El Colegio es conocido por los abogados plebeyos como “el colegito de la calle Montevideo”, por la dirección de su sede en la Capital Federal. No debe ser confundido con el Colegio Público de Abogados que representa a toda la matrícula. El colegito es una ONG ultraconservadora que proveyó a la dictadura de cuadros como los ministros de Justicia Jaime Smart y Alberto Rodríguez Varela, el ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz y su segundo Guillermo Walter Klein. En democracia se opuso a las políticas públicas de juzgamiento de los crímenes de lesa humanidad. Cuando Macri asumió el poder volvió a ser una cantera de cuadros.

Una de las cartas fuertes del colegito es Bernardo Saravia Frías, el abogado de Macri que ahora ocupa la Procuración del Tesoro, el organismo que reúne a los letrados del Estado nacional.

Saravia Frías fue uno de los dos principales speakers del encuentro celebrado el 25 de abril último en la Italian Academy de la Columbia University, al 1161 de la calle Amsterdam de Nueva York.

El otro orador principal fue Pichetto.

También participaron José Torello, jefe de asesores del Presidente, Gastón Remy de Vista Oil & Gas y Gerardo Mato de Global Banking & Markets-Americas del HSBC.

Entre los sponsors que pagaron viajes y gastos figuraron, además del banco y la petrolera, varios grandes estudios de abogados que pertenecen al colegito: Allende y Brea, Baker McKenzie, Bomchil, Bulló, Cassagne, Nicholson y Cano, Marvall O’Farrell Mairal, Hope Duggan & Silva y Pérez Alati Grondona, Benites & Arntsen.

El tema, según su original en inglés, fue “Argentina outlook. Investments forecast: challenges and opportunities”. Desafíos y oportunidades de inversión. Un clásico.

Vista Oil luce más cercana a otra embajada, la de Francia, que a la de los Estados Unidos. Curiosamente el mismo día del seminario en Nueva York Vista Oil inscribió en México a su nuevo consejo de administración y a su comité de auditoría. El personaje principal es Pierre-Jean Jeróme Sivignon, que venía de desempeñarse como asesor del presidente del Grupo Carrefour en París y en Brasil. También ocupó cargos en Schlumberger Group. En esta última corporación (sede Londres) revistó un viejo conocido de los argentinos: Miguel Galuccio, nombrado presidente y director de YPF por CFK en 2012 y removido de allí en 2016. Desde 2017 Galuccio es el CEO de Vista Oil & Gas, la empresa que le ofreció a Pichetto la ilusión de pertenecer.

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