El top ten japonés Kei Nishikori, máximo favorito al título en la edición 17 del Argentina Open, afirmó ayer que haber elegido participar de la gira sudamericana sobre polvo de ladrillo fue una “decisión importante” en su carrera y que influyó ser entrenado por un argentino, además de gustarle mucho el país. “Venir acá fue una decisión importante en mi carrera. Influyó que mi coach es argentino, que quiero progresar sobre polvo de ladrillo y también porque me gusta mucho este país”, subrayó el nipón de 27 años, ubicado en el quinto puesto del ranking mundial de la ATP, quien jugará en Buenos Aires y luego en Río.
“Mi entrenador es argentino, me llevó a recorrer la ciudad y también me hizo probar la carne de acá, que me gusta realmente mucho”, dijo el japonés nacido en Matsue y radicado en Bradenton, Estados Unidos, y entrenado desde hace siete años por Dante Bottini, un coach de Coronel Pringles que guía su carrera. Nishikori había estado en el ATP porteño en la edición de 2012, cuando venció al español Juan Carlos Ferrero, al rumano Victor Hanescu y luego cayó en cuartos de final frente al suizo Stan Wawrinka. En esa época ocupaba el puesto 17 del ranking mundial y no había obtenido buenos resultados sobre polvo de ladrillo, algo que esperar mejorar este año en un cuadro muy difícil con los españoles David Ferrer y Tommy Robredo, más el italiano Fabio Fognini, entre los principales candidatos.
“Después del abierto de Australia entrené mucho en canchas de polvo de ladrillo en los Estados Unidos. Creo que mi juego acá mejoró y espero demostrarlo, aunque el cuadro es durísimo por lo que pude observar, con muchos especialistas”, añadió Nishikori, quien debutará mañana o pasado ante un argentino: Diego Schwartzman o Facundo Bagnis.
Nishikori arribó a Buenos Aires el jueves pasado, y en la jornada lluviosa de ayer entrenó junto al español David Ferrer en una cancha techada en el barrio de Palermo.