El gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, fue reelecto por un nuevo mandato, relegando al candidato de Cambiemos, Claudio Poggi, a un segundo lugar. La elección estuvo marcada por una histórica ruptura de Alberto Rodríguez Saá con su hermano Adolfo, que compitió también por la gobernación y quedó en tercer lugar.
“Esta elección ha sido el triunfo excepcional de una nueva generación de dirigentes. La juventud ha sido acompañada por el peronismo histórico, por todos los políticos históricos que han comprendido que la provincia necesitaba esta enorme renovación de dirigentes que se ha generado en esta elección. Es la hora de los jóvenes y de las mujeres”, sostuvo el gobernador reelecto en la sede del PJ.
Escrutadas el 85 por ciento de las mesas, lo que indicaba un resultado irreversible, Rodríguez Saá obtenía al cierre de esta edición el 42,07 por ciento de los votos y Poggi el 34,84. Adolfo Rodríguez Saá, en un distante tercer lugar, reunía el 21,92 por ciento. Los votos nulos o en blanco quedaban en un cuarto lugar, y el resto de los candidatos no llegaban al 1 por ciento. En la disputa entre Adolfo y Alberto, el gobernador dobló en votos a su hermano.
Para la provincia fue una elección atípica: la competencia entre los Rodríguez Saá y la posibilidad de un fin de ciclo –Poggi había sido un candidato que midió bien en los comicios de 2017, lo que generó expectativas de un triunfo en el macrismo– fueron dos elementos que marcaron la campaña. Por si hacía falta agregar más incertidumbre, el apagón que afectó a todo el país hizo que durante toda la mañana y hasta avanzado el mediodía las elecciones de la provincia tuvieran que realizarse en escuelas en penumbras. Las autoridades de mesa salieron a conseguir velas y auxiliarse con celulares para habilitar los lugares de votación. La energía volvió recién a la tarde, pero a pesar de esto, el nivel de participación fue alto, mayor al 70 por ciento. Una muestra del interés que había motivado la elección.
“A las 7.07 de hoy se produjo ese enorme apagón, que nos hizo a todos tener bastante temor a lo que podía pasar porque desconocíamos qué estaba sucediendo. Y ninguno de nosotros titubeó en salir a la cancha a la elección y que el pueblo tomara la decisión que ha tomado. Ha sido una jornada inesperadamente difícil”, aseguró Rodríguez Saá.
El gobernador ganó como candidato del frente electoral Unidad Justicialista, que tiene como columna vertebral al PJ de San Luis. A nivel nacional, Rodríguez Saá ya inscribió al partido como parte de la alianza que en octubre postulará la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner.
Su hermano Adolfo, gobernador durante 18 años –de 1983 a 2001–, llegó a estos comicios expulsado del PJ, como candidato del frente Juntos por la Gente. Sin la estructura partidaria ni el control del Estado provincial, tomó licencia en el Senado para llevar adelante campaña. Anoche fue el primero de los candidatos en reconocer su derrota, con un mensaje cargado de emoción que dejó traslucir las heridas de la contienda. De movida, habló antes de que se empezaran a difundir los resultados del recuento oficial, y a esa hora temprana puso en duda la posibilidad de que Alberto hubiera ganado. “La elección está muy pareja, no está decidido quién será el próximo gobernador”, advirtió. Sobre su derrota, dijo que se sentía “decepcionado, triste y cansado”. “Luchamos tanto como pudimos, y aunque nos quedamos atrás, somos hombres y mujeres de convicciones que seguiremos luchando”.
El candidato del macrismo, Poggi, fue también gobernador de San Luis, en su caso entre 2011 y 2015, un cargo al que llegó como hombre de los Rodríguez Saá. Actualmente es senador por Cambiemos. Su frente –San Luis Unido– nucleó al PRO, la Unión Cívica Radical, Avanzar, San Luis Somos Todos y Libres del Sur. La apuesta fue repetir el escenario de las primarias legislativas de 2017, cuando Poggi logró sacarle una ventaja de 20 puntos a Rodríguez Saá, que luego el gobernador ahora reelecto dio vuelta en las generales.
En los comicios se eligieron también diputados y senadores (las cámaras se renuevan por mitades), intendentes e integrantes de los concejos deliberantes.
Según aseguraron desde el bunker de campaña, el frente San Luis Unido ganó al menos cuatro intendencias al oficialismo provincial, entre ellas la de la villa turística de Merlo. En cambio, la derrota en la lucha por la gobernación demoró en ser reconocida: mientras la sede del PJ era ganada por la euforia, en el comando de Poggi se mantenían sin hacer comentarios.