El fichaje del senador peronista Miguel Pichetto para el oficialismo como candidato a vicepresidente de Mauricio Macri y su renuncia a la presidencia del Bloque Justicialista dejó a la principal bancada opositora en el Senado a la deriva. Sus integrantes (17 correspondientes al bloque y otros 3 que actuaban en interbloque) se reunirán hoy al mediodía para decidir su futuro con opiniones divididas: quienes proponen sostener la bancada con la “independencia” y ductilidad negociadora con la Casa Rosada que le imprimió el rionegrino, y los que sostienen un alineamiento con la conducción nacional del PJ –que fueron marcando los propios gobernadores peronistas victoriosos en sus provincias– en “interacción” con la bancada kirchnerista del Frente para la Victoria, incluso como interbloque. Ambos grupos reclaman el asiento que Pichetto tiene en el Consejo de la Magistratura en representación de la oposición y al que el rionegrino se aferra como propio.
En un encuentro más reducido, la semana pasada, tras la deserción de Pichetto, un grupo de senadores del Bloque Justicialista ratificó su rol opositor, aunque no logró imponer la línea sucesoria natural (que le correspondería al vicepresidente de la bancada, el cordobés Carlos Caserio) y reclamó el lugar que el rionegrino ocupa en el Consejo de la Magistratura por la oposición en el Senado.
No todos los senadores del bloque se comprometieron a estar presentes en la cita de hoy, con lo que la incertidumbre se acrecienta. Habrá quienes insistirán en mantener la actual estructura como bancada para contener a todos los miembros. Una lista que incluye al propio Caserio (alineado con el gobernador Juan Schiaretti, aunque con algunas diferencias) o Rodolfo Urtubey, el hermano del gobernador salteño, Juan Manuel, compañero de fórmula de Roberto Lavagna, entre otros.
No pocos consideran que, con la deserción de Pichetto, ha llegado el momento de definiciones políticas ante la disputa presidencial. Una postura que se alimenta con las definiciones de los gobernadores peronistas de encolumnarse con la conducción del PJ y la fórmula presidencial de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. Y sumar así a otros bloques peronistas provinciales como pampeanos y tucumanos que mantienen su independencia. La idea es también incluir a otros monobloques, que incluyen a la senadora puntana María Catalfamo, que responde al gobernador Alberto Rodríguez Saá, y los chubutenses Alfredo Luenzo y Mario Pais.
Esta última propuesta incluye ir en búsqueda de un interbloque con la bancada kirchnerista que comanda Marcelo Fuentes, e incluso de senadores comprometidos con la construcción de un frente antimacrista, como el porteño Fernando “Pino” Solanas y la rionegrina Magdalena Odarda.
Pero el reclamo que incluye a todos es la silla que Pichetto ocupa en el Consejo de la Magistratura, luego de que el rionegrino logró construir una mayoría opositora para designar a dos de los tres representantes del Senado en el Consejo: el que ocupa Pichetto y la asignada a la santiagueña Rosa Itúrrez, que responde al gobernador Gerardo Zamora. Un sillón al que se aferra el rionegrino y en el que se volverá a sentar hoy como presidente de la Comisión de Disciplina y Acusación del Consejo para evaluar la posible citación del camarista Alejandro Slokar. Y cuyo primer suplente designado por esa misma mayoría para reemplazar a cualquiera de ambos, es Mario Pais. Aunque Pichetto, ahora en el oficialismo, promete dar pelea, mientras en la Cámara aspira a armar su propio monobloque, con la intención de sumar “compañeros” filomacristas.