Sergio Massa decidió terminar con el suspenso y confirmó que será el primer candidato a diputado en la provincia de Buenos Aires del Frente de Todos, con la intención de presidir la Cámara baja luego del 10 de diciembre. "Más allá de mi interés personal, nuestra responsabilidad mayor es darle a los argentinos la posibilidad de que construyamos esa mayoría para que tengamos un nuevo gobierno", explicó Massa al hacer el anuncio durante una charla. La candidatura potencia el peso de la boleta del Frente de Todos en la decisiva elección bonaerense, con la fórmula presidencial Alberto Fernández-Cristina Kirchner, la provincial Axel Kicillof-Verónica Magario y ahora Massa al tope de la lista de diputados. Uno de los requisitos para la decisión del líder del Frente Renovador fue la potestad de designar a quién será candidato a intendente de Tigre, lugar para el que suena su esposa Malena Galmarini.
Hay dos versiones respecto a la historia detrás decisión de Massa. Antes del anuncio, desde el entorno de Alberto Fernández aseguraban que el destino del líder del Frente Renovador estuvo acordado desde el vamos y que no entendían porqué todavía no lo había hecho público. "Creo que va a encabezar la lista de diputados. Lo que pasa es que la estira y la estira", reveló Felipe Solá el lunes en una entrevista.
Massa viene siendo muy celoso en resguardar la individualidad del Frente Renovador en su inclusión en el Frente de Todos, algo que remarca en cada aparición pública. Por ejemplo, al mencionar que mantendrán bloques de diputados separados y que se unirán en un interbloque. En esa idea, Massa se reserva la potestad de anunciar él sus decisiones y no hacerlo como una determinación de la coalición en su conjunto.
En los últimos días, se habían conocido encuestas que decían que si Alberto Fernández y Massa competían en las primarias de agosto el Frente de Todos obtendría ocho puntos más que si la fórmula Fernández-Fernández se presentaba sola. Desde el Frente Renovador la difundían como un dato que generaba dudas acerca de cuál era la decisión más conveniente para la coalición. Eso, según el massismo, fue hasta el lunes a la noche. Pero desde el kirchnerismo aseguraban que nunca existieron tales dudas y que era una manera de Massa de darle un toque de dramatismo a la resolución que ya tenía tomada desde hacía tiempo.
Resolvió hacerla pública en una charla organizada por el diario Clarín en el museo Malba, por la que luego también desfilaron sus hasta hace poco compañeros de Alternativa Federal, Juan Manuel Urtubey y Miguel Angel Pichetto. Curiosamente, hoy integran tres espacios políticos diferentes. "Evaluamos la posibilidad de la primaria presidencial como una forma de hacer crecer el Frente de Todos. Entendemos que lo puede aparecer como una fortaleza en un primer momento puede ser una debilidad para después de la primaria. Además que nos quita la posibilidad de seguir discutiendo para adelante el programa de gobierno que tenemos y, por lo tanto, tomamos la decisión de encabezar la lista y apostar a que Alberto, que es un gran candidato a presidente, tenga la posibilidad de ser el presidente del Frente de Todos y representarnos para darle la posibilidad a los argentinos de tener un nuevo gobierno", desarrolló Massa el razonamiento seguido para la decisión de encabezar la lista de diputados.
Aclaró que "tuve, tengo y voy a tener siempre el deseo de ser presidente de la Argentina", pero que "es un tiempo en el que cada uno de nosotros tiene que tener una dosis de humildad y de reconocimiento de hasta dónde le da la capacidad a cada uno para pelear en el momento o en el lugar que le toque".
La discusión ahora se centrará en el resto del armado de la boleta bonaerense, que se elabora en base a la expectativa del ingreso de unos 14 diputados. El Frente Renovador, además de Massa, reclama otros dos lugares pero se le otorgaría sólo uno. El tercer lugar de la boleta será para Máximo Kirchner y el segundo para una mujer cuyo nombre todavía se discute. Es probable que lo decida la propia Cristina Kirchner, como hizo en 2017 cuando sorprendió al colocar al tope de la boleta a la economista Fernanda Vallejos. Luego, los intendentes reclaman dos bancas y el sindicalismo otras dos. A todo esto hay que sumar lugares para los demás partidos integrantes del Frente de Todos, 16 en total, lo que da una idea de lo complicada que serán las negociaciones hasta el cierre, cuyo plazo vence el sábado a la medianoche.
Lo mismo ocurre con las boletas de legisladores provinciales y en los municipios, donde se acordó consensuar listas de unidad. Eso será más fácil en las comunas donde actualmente gestionan el peronismo y el Frente Renovador, en los que se privilegiará la reelección de los intendentes. Pero en los que es oposición hay casos que se discute quién es el mejor candidato para ganarlo. Un ejemplo es en Lanús, donde gobierna el macrista Néstor Grindetti. Por el kirchnerismo se postula Edgardo Depetri, mientras que el massismo promueve al presidente del club Lanús, Nicolás Russo, y por las fuerzas aliadas ya se lanzó el sindicalista Víctor De Gennaro. En caso de imposibilidad de acuerdo habrá que recurrir a las PASO.
No será el caso de Tigre, donde Massa exigió la prerrogativa de colocar al candidato a la intendencia, que se supone que será su esposa. "Es razonable lo que pidió, si fuera mi municipio hubiera reclamado lo mismo", reconocía ayer un intendente del peronismo. El interrogante es saber ahora qué pasará con Julio Zamora, el actual jefe comunal, que asumió por el massismo pero ahora integra el PJ y pedía al menos la posibilidad de competir en las primarias. Una chance en estudio es que compita con un partido vecinal pero adosado a los candidatos del Frente de Todos.