Entre la gran diversidad de proyectos musicales de Stefano Bollani, cada uno con su geografía propia, hay espacio para una conexión argentina. Desde hace algunos años, el pianista y compositor italiano ha sabido construir complicidades en Buenos Aires, ciudad en la que entre otras cosas encontró afinidades con artistas que a esta altura le permiten poner en juego una sensibilidad común para poner en juego con nuevas experiencias. Diego Schissi y Exequiel Mantega serán una vez más los socios creativos de Bollani, en un concierto que propondrá música especialmente escrita para este encuentro. Hoy a las 20.30, en el Teatro Coliseo (Marcelo T. de Alvear 1125), como parte del tradicional el ciclo de Nuova Harmonia, Bollani será el solista en el estreno mundial de su Concerto Verde, para piano y orquesta, junto a la Orquesta Sin Fin dirigida por Mantega, de quien se escuchará antes su Obertura para orquesta. La segunda parte se articulará con tangos de distintos pelajes, elegidos y arreglados por Schissi para piano y orquesta.
Pianista de técnica deslumbrante, improvisador atávico y compositor dispuesto para los más variados desafíos, Bollani ha sido capaz de articular la dinámica de su música con proyectos muy diferentes entre sí. Enrico Rava, Riccardo Chailly, Zubin Mehta, Chick Corea, Pat Metheny, Michel Portal, Paolo Fresu, Richard Galliano, Pual Motian, Phil Woods son algunos de los nombres que enjoyan su trayectoria. Mantega, por su parte, es director musical y el artífice de la Orquesta Sin Fin, una formación joven y desacartonada que desde su creación encontró sentido artístico en el cruce de estilos y tradiciones. Entre los pocos compositores que ofreció al tango salidas originales después de Piazzolla, Schissi, que recientemente celebró los diez años de su extraordinario quinteto, es una de las referencias de la música argentina de estos tiempos.
Schissi recuerda que conocía a Bollani sólo de haberlo escuchado en discos y un día recibió un mail. “Era 2008, más o menos, y decía algo así como ‘Hola Hola soy Stefano Bollani y estoy escuchando un disco de Lidia Borda que tiene un arreglo tuyo que es muy bonito. ¡Gracias!”, cuenta el pianista porteño. El disco en cuestión era Tal vez será su voz, editado en 2002, que entre otras cosas tiene un delicadísimo arreglo de piano de Schissi sobre el vals “Tu pálida voz”, mano a mano con la formidable cantante. “Después, a través de un amigo en común, el bandoneonista italiano Paolo Russo, establecimos un contacto más formal y enseguida maduró la idea de un proyecto conjunto en torno al tango”, continua Schissi. “Nunca podíamos encontrarnos y el proyecto se postergaba, hasta que finalmente coincidimos en Dinamarca. Ahí finalmente pudimos hacer un concierto con la orquesta Sinfónica de Aarhus, con un repertorio de música mía y otros tangos para dos pianos y orquesta. El mismo que hace dos años hicimos acá, también en el Coliseo, con la dirección de Carlos Vieu”, agrega Schissi.
“Lo mío no tuvo tanto ritmo”, bromea Mantega y enseguida cuenta que conoció a Bollani el año pasado, cuando con la Orquesta Sin Fin hacía el ciclo Estaciones Sinfónicas en el Centro Cultural Kirchner y se presentó la oportunidad para tocar con el pianista italiano su Concerto Azzurro. “Después de aquel concierto, quedamos todos tan satisfechos que Stefano pensó que teníamos que grabarlo. En realidad, la idea inicial para este año fue esa: tocar Concerto Azzurro nuevamente, en el Coliseo, con la Orquesta Sin Fin, y hacer un registro en vivo del concierto”, explica el director y compositor. “Hasta que un día Bollani mandó otro mail contando que estaba componiendo un concierto para piano y quería estrenarlo en Buenos Aires con una orquesta de sesenta músicos”, continua Mantega. Enseguida, Nuova Harmonía capitalizó el proyecto y lo incluyó en esta temporada. “La invitación inicial que me hizo Stefano era para orquestar el concierto para piano, pero había que pensar una segunda parte, entonces se le ocurrió que sería mejor que arregle algunos tangos para piano y orquesta”, interviene Schissi. “Del mismo modo, me pidió como pieza de apertura una obra que fuera para orquesta sola, sin solista, que destaque el conjunto instrumental en todas sus líneas. Y así aporté lo que sin más se llama Obertura”, agrega Mantega.
El Concerto Verde se articula en cuatro movimientos de amplio respiro jazzístico, pero sin alejarse de las referencias a la tradición clásica del concierto para piano y orquesta. Juan Pablo Navarro en el contrabajo y Bernardo Guerra en batería complementan a Bollani en el trío de base, que dialoga con la orquesta. Para la segunda parte del concierto, Schissi eligió tangos de distintas épocas, muestras de un arco estilístico amplio y variado. En los arreglos para piano y orquesta, Schissi incluyó además bandoneón, a cargo de Santiago Segret, y violín solista, que será interpretado por Guillermo Rubino, concertino de la Orquesta Sin Fin. “Revirado”, de Astor Piazzolla, encabeza el programa que tendrá también una versión de “Don Agustín Bardi”, obra maestra que Horacio Salgán compuso a fines de la década de 1940. También estará “Uruguay”, una milonga reciente del mismo Schissi y “Tu pálida voz”. “De este vals hice un arreglo sobre aquel arreglo que a Stefano le había gustado”, cuenta Schissi.
La propuesta es entonces un programa articulado de diversidades, hecho a medida para un pianista omnívoro, en saga con dos eficaces laderos. “La experiencia de arreglar para Bollani es siempre gratificante, porque pone tu música en otro lugar, en un nivel superlativo”, dice Schissi y agrega: “Tiene un berretín con el tango y sabe de qué se trata, pero lo que él toca suena distinto, tiene una energía particular”. “Con esa esa energía se carga la orquesta al hombro y te lleva. Stefano no se pone en el lugar del solista tradicional, penetra en la orquesta y te hace tocar de otra manera”, concluye Mantega.