El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que la agencia de Inmigración y Control de Aduanas deportará del país a, según dijo, millones de extranjeros que entraron de forma irregular. Indicó, además, que Guatemala se apronta a firmar un acuerdo de “tercer país seguro”.
“La próxima semana ICE va a comenzar el proceso de sacar a millones de extranjeros ilegales que encontraron formas ilícitas de entrar a Estados Unidos. Serán deportados tan pronto como entren”, tuiteó Trump el lunes. El mandatario aplaudió el trabajo realizado por México para mermar el flujo de inmigrantes a su país. “México, con sus leyes migratorias, está haciendo un gran trabajo al detener a las personas mucho antes de llegar a nuestra frontera sur”, afirmó.
En el mismo tuit, el jefe de la Casa Blanca aprovechó para atacar a la oposición. “Los únicos que no harán nada (ante la afluencia de migrantes y los residentes extranjeros ilegales) son los demócratas. “¡Deben votar para deshacerse del vacío legal y arreglar el asilo! Si es así, ¡la crisis fronteriza terminará rápidamente!”, puntualizó. El mandatario indicó que Guatemala se preparaba para firmar un acuerdo de tercer país seguro, que implica acoger a los demandantes de asilo y evitar que las peticiones se hagan en Estados Unidos.
Al respecto del anuncio, el ministro del Interior de Guatemala, Enrique Degenhart, indicó ayer que su país no tiene actualmente la totalidad de los recursos para recibir a los migrantes bajo esa figura, por lo que Estados Unidos está viabilizando ese apoyo. Por otro lado, como parte de las acciones conjuntas entre ambos países, el funcionario anunció que se harán pruebas de ADN a menores migrantes para comprobar que no son niños secuestrados. “Vamos a viajar con un equipo a Estados Unidos a conocer la tecnología de uso de ADN en pruebas rápidas para asegurarnos de que a los menores de edad no se los lleven robados, secuestrados o alquilados en una ruta tan peligrosa como la ruta migratoria”, refirió Degenhart.
El anuncio de Trump se produjo después de que el Departamento de Estado informara que supeditará la entrega de ayuda para El Salvador, Honduras y Guatemala a que estos gobiernos adopten acciones concretas para reducir el número de inmigrantes que llegan a Estados Unidos. “No vamos a entregar nuevos fondos para programas de estos países hasta que estemos satisfechos con las acciones concretas tomadas por los gobiernos del Triángulo Norte (de Centroamérica) para reducir el número de migrantes ilegales que vienen a la frontera con Estados Unidos”, dijo la portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus. “Esto concuerda con la dirección del presidente y con el reconocimiento de que es crítico que haya suficiente voluntad política en estos países para encarar el problema en su origen”, agregó.
Esta decisión de la Casa Blanca recibió duras críticas de legisladores demócratas, que durante años han defendido la necesidad de destinar ayuda a esos países centroamericanos para atajar la violencia y falta de oportunidades que ha provocado una creciente migración. De acuerdo con los últimos datos del Departamento de Estado, Estados Unidos aprobó en 2018 unos 120 millones de dólares para Guatemala, 80 millones para Honduras y 58 millones para El Salvador, mientras que, en 2017, fueron 140 millones a Guatemala, 95 millones a Honduras y 73 a El Salvador.
Como parte de la exigencia de combate del flujo migratorio, las autoridades estadounidenses y mexicanas alcanzaron recientemente un acuerdo que obliga a México a incrementar la presencia policial en su frontera con Guatemala. Ambos países llegaron a este entendimiento después de que el inquilino de la Casa Blanca amenazara a México con imponer aranceles progresivos si no lograba frenar a los migrantes. Tras unas tensas negociaciones, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador logró una tregua de 45 días en la que se comprometió a desplegar 6000 elementos de la Guardia Nacional en su frontera sur.