Como argumento para demostrar la injusticia que padecen las mujeres a las que se les niega el derecho a interrumpir su embarazo -es decir: nada menos que decidir sobre su propio cuerpo-, Mariana Carbajal dice en su artículo del 29 de mayo: "Imaginemos que a los varones les atamos las dos piernas y así tienen que andar por el resto de sus vidas, sin poder caminar ni moverse, con comodidad". El párrafo merece algunas consideraciones dado que trasluce una posición cuyos efectos parecen no colaborar con el propósito que anima la sanción de la IVE. Por lo pronto, vaya a saber a qué llama "varones" la autora, si hay mujeres que tienen cuerpo de hombres y no aceptan la binariedad a la que el párrafo otorga una lamentable consistencia. La apelación al recurso del Ser identitario como argumento, además de ser falsa, no parece haber contribuido al logro del derecho a la IVE. La mención a los "varones" olvida que el machismo es un fenómeno al que se debe abordar con el cristal de la subjetividad imperante. Esto es: las significaciones comunes constitutivas de eso que se llama "realidad" y cuya influencia excede por largo la supuesta identidad que brinda el sexo anatómico. Esta sádica sociedad también está conformada por esas mujeres madres que privilegian a sus hijos varones por encima de sus hijas mujeres (cosa que tampoco augura bienestar alguno para el varoncito en cuestión); aquellas legisladoras que para mantener un régimen de hambre y miseria se ponen un pañuelo celeste; o las responsables del gatillo fácil que no discrimina entre chicos y chicas. Me interesa el pragmatismo ético, es decir: las palabras plenas que tienen consecuencias. Por eso, si de lograr la sanción de la ley se trata, no me parece que, en lugar de hablar de sociedad o comunidad, se hable de "varones". De hecho, hace pocas horas en el Colegio Carlos Pellegrini, una lamentable decisión surgida de la asamblea de estudiantes excluyó de la marcha por la IVE a los "varones" con el argumento según el cual la sanción de esta ley es una cosa de mujeres. En su texto "Teoría King Kong" Virgine Despentes observa: "La confiscación del cuerpo de las mujeres se produce al mismo tiempo que la confiscación del cuerpo de los hombres. Los únicos que salen ganando en este negocio son los dirigentes" (p. 28). Buen día, buenas noches, nos vemos en las calles cuando el proyecto se trate en diputados y senadores.
*Psicoanalista.