"Significa un reconocimiento al esfuerzo, por parte del jurado y de los músicos que han votado por este disco. Muchos de ellos me conocen de muchos años en la música. Y las consecuencias son éstas: que la música del norte argentino está en renacimiento y se está mostrando nuevamente, hacia un público mucho más allá que el local. Eso es importante y demuestra el avance que tiene, así como la maduración sobre la diversidad musical con la que contamos en Argentina", sintetiza Micaela Chauque a Rosario/12. La apreciación la despierta el Premio Gardel como Mejor Álbum Folclórico de Artista Femenina. Una distinción que vuelve especial la presentación que esta noche, a las 21.30, Micaela Chauque hará de Jallalla, en el Gran Salón de Plataforma Lavardén (Mendoza 1085).
Tal como se lee: Micaela Chauque fue la primera mujer de la Quebrada de Humahuaca autorizada para tocar la quena, instrumento detentado por los hombres. El recorrido de esta música y cantautora salteña, pero de vida jujeña (Tilcara), ya conoce tres discos, difusión y giras naciones e internacionales. Un camino que encuentra sus razones en los matices que guarda la palabra "Jallalla". "No tiene una traducción. Hay una interpretación. Porque con la interpretación estamos aceptando que hay otra forma de ver la vida, de ver lo que nosotros consideramos importante. El 'lla' es lo que sacamos hacia afuera, lo que festejamos, lo que celebramos, y el 'ja' es lo que está adentro, lo que nosotros podemos producir desde nuestra esencia. Siempre vamos a sacar lo más lindo, lo más bello y feliz que podemos compartir, sino no lo decimos. De eso trata el uso de la expresión Jallalla".
"La música del norte argentino está en renacimiento y se está mostrando nuevamente hacia un público mucho más allá que el local".
-Lo relaciono con tu tarea como tañedora, ese aire que sale de tu interior, así como tu voz cantora.
-Lógicamente, todo tiene que ver, está interrelacionado. También se llama así porque hay una canción de nombre "Jallalla tiwanacu", y porque el concepto de este disco es distinto a los anteriores, que son básicamente instrumentales, excepto el segundo que contiene una baguala y unas coplas. Pero en realidad, todo el resto es distinto a este disco. Y ahí es donde está lo que nosotros sacamos de adentro hacia afuera: la voz, el estilo de un nuevo instrumento, la forma de arreglar las melodías, todo eso.
-En Jallalla te permitiste cantar más, ¿cómo fue el proceso de trabajo?
-Tengo la curiosidad de querer siempre aprender, me mantiene vital y me atrae mucho. En Jallalla quise cantar canciones y tuve que prepararme, estudiar, ensayar mucho, y de ahí se agregaron esas canciones. El disco se compone de cinco canciones instrumentales y otras cinco cantadas. A partir de esa idea, se han incorporado canciones como "Florcita de cardón", "El guajojó", "Tengo bagualas y coplas", "Mi cultura la copla". Pero además de lo que quedó grabado, en el vivo hay temas que fui componiendo después y arreglando, como "Corazón jornalero", "Flor de la quebrada", entre carnavalitos y bailecitos.
-Este salir hacia afuera lo vinculo también con la relación que estableciste con músicos de rock (Hugo Bistolfi, Ricardo Mollo), por ejemplo.
-Fue muy lindo, hicimos una amistad, a partir de conocernos en Tilcara. Nos volvimos a ver en giras, y cada vez que tenemos oportunidad nos encontramos, hablamos, eso está muy bueno.
-Algo que se relaciona con la misma sonoridad del disco, que incorpora instrumentos como el bajo o la guitarra eléctrica.
-Lo que siempre tiene que suceder es tener la capacidad de adaptarse a distintos ámbitos, lugares, gente; eso también es la música. Lo mismo pienso cuando me encuentro con artistas de otros estilos musicales, me gusta compartir con ellos y a su vez compartir con ellos lo que yo les traigo. Entonces, así es de igual a igual.
Chauque fue la primera mujer de la Quebrada de Humahuaca autorizada para tocar la quena, instrumento detentado por los hombres.
-No terminaste de tocar en la Usina del Arte (en diciembre, en Buenos Aires) o de recibir el Gardel (en mayo, en Mendoza), y ya estás de vuelta en Tilcara con más actividades.
-Ya van a hacer casi 20 años que vivo en Tilcara. Es cierto que la Usina del Arte fue una hermosa presentación, hemos reunido 1200 personas en ese espacio y para mí es una alegría que la gente nos haya apoyado de esa manera. También es lógico que yo ya tenía planificado estar en Tilcara y pasar la temporada de verano acá, para luego ir a Cosquín. Lo mismo me pasa con los premios Gardel, llegué a Mendoza una hora antes del evento y regresé luego a Tilcara. Pero esto es algo que se suma a nuestro camino. Por más que venga un premio Gardel o un teatro tan lindo, pensamos que la música tiene que ser difundida siempre más allá.