Las cuentas públicas arrojaron en mayo un superávit fiscal primario de 25.974 millones de pesos, que se compara contra un déficit de 7818 millones de igual mes del año pasado. El cambio de signo se produce a partir de un fuerte ajuste sobre el gasto público. Pero este torniquete no alcanza a amortiguar el efecto del exponencial aumento de los intereses de la deuda. Según informó el Palacio de Hacienda, en mayo esos compromisos saltaron un 231 por ciento interanual, provocando un aumento del déficit financiero de 41 por ciento para la misma comparación elevando el rojo a 38.634 millones. Ese incremento se explica por el impacto de la devaluación en el peso de la deuda. En los cinco primeros meses del año el déficit total acumula 219.489 millones de pesos.
Los gastos primarios alcanzaron 294.374 millones, reduciéndose 13,8 por ciento en términos reales. La política recesiva aplicada por el Gobierno para mostrar este año un resultado fiscal equilibrado, el cual le permite asegurar un flujo de fondos para cumplir con los vencimientos de deuda, cae en saco roto frente al constante aumento de los intereses. La mayor exposición de la deuda en moneda extranjera fuerza ese aumento. “Los intereses mostraron una suba importante en mayo, pero la misma obedeció principalmente al efecto del alza interanual del dólar (90 por ciento interanual) y al cambio que se observó en el perfil de los servicios de deuda”, detalla Hacienda.
Los intereses en moneda extranjera ascendieron a 70 por ciento del total de los vencimientos de mayo. “ En segundo lugar, por los cambios ocurridos en el perfil de los servicios de deuda (en mayo se erogaron servicios por 15.500 millones de pesos por Bonos del Tesoro Nacional a Tasa Fija con vencimiento en 2020 y 12.000 millones por los desembolsos del FMI, que no estaban en igual mes de 2018)”, comunicó.