Desde San Miguel del Monte
“Lo que pasó en Monte fue una masacre de niños y a mi hijo lo mataron con alevosía.” Susana Ríos es la mamá de Gonzalo Domínguez, de 14 años, una de las víctimas de la Masacre de San Miguel del Monte. En diálogo con PáginaI12, se mostró conforme con lo actuado hasta ahora por la Justicia, pidió que el nuevo juez de la causa, Eduardo Silva Pelossi, dicte esta semana (ver aparte) la prisión preventiva de los 13 detenidos y sostuvo que en el caso “hay más responsables, civiles y policías, y por eso seguimos trabajando”. Con voz firme, tomándose sus pausas para “no decir nada que afecte” la marcha de la investigación, Susana recalcó: “Aunque hago mal en decirlo, quiero que la muerte de mi hijo no sea en vano, quiero que se haga justicia y que Monte sea un pueblo tranquilo como era”. Aclaró que para que pueda volver a serlo, “no quiero que vengan acá policías corruptos que echan de otros lugares” de la provincia de Buenos Aires. Desde hace un año, el esposo de Susana y padre de Gonzalo está realizando en La Plata un tratamiento de rehabilitación porque sufrió un ACV. El tiene tres hijos de un matrimonio anterior y ella dos. Gonzalo era su única compañía, porque su marido pasa buena parte de la semana en La Plata. Ella dice que ya no llora, “sólo a veces, cuando me quedo sola en mi casa”. Ella fue la primera que dijo que “hubo disparos” en la persecución policial en la que fueron asesinados Gonzalo, Camila, Danilo y Aníbal, y en la que sufrió graves heridas Rocío. Luego se comprobó que Gonzalo tenía una bala en su cuerpo.
–Susana, ¿cómo analizan ustedes la marcha de la investigación y qué esperan de la Justicia?
–En la causa se está avanzando permanentemente. Estamos en contacto con el fiscal (de Cañuelas, Lisandro Damonte) con el que (el miércoles) tuvimos una audiencia oral en la cual el fiscal pidió la prisión preventiva para todos los detenidos. Ahora estamos esperando lo que resuelva el juez (Eduardo Silva Pelossi). Esa audiencia oral fue fuerte para nosotros porque estaban los abogados de los asesinos y estaban los asesinos. Fue muy duro, muy duro, porque los pudimos ver frente a frente. Estuvimos muchas horas, fue duro, muy duro, pero nos mantuvimos en calma y creemos y confiamos en la Justicia. De hecho, están trabajando y bastante bien, estamos muy conformes con lo que están haciendo. Tuvimos contacto con el nuevo juez y esperamos que todo siga de la misma forma que ahora, que todos sigan presos.
–Las familias están trabajando mucho, están fuertes, a pesar de lo terrible que les ha pasado.
–Yo estoy fuerte, estoy entera, mis horas están dedicadas a este tema. Mi hijo ya no está, de manera que todo mi tiempo lo dedico a la causa porque a los chicos los asesinaron. A mi hijo lo mataron con alevosía. A mi hijo lo mataron con alevosía (repite) unos asesinos. Esto fue una masacre de niños. Es muy doloroso lo que pasó, pero yo tengo que estar fuerte, no puedo caer, no me permito caer…
–Es duro, sí. ¿Cómo sigue la salud de su esposo?
–Estoy sola ahora, mi compañía era Gonzalo. Mi esposo está bien, pero él sigue un tratamiento en La Plata. El tuvo un ACV isquémico y necesita rehabilitarse. Ya pasé mis primeras noches sola, sin el nene. Mi esposo tiene tres hijos, Pablo, Franco y Luciana. Yo tengo dos, Marina y Juan Ignacio, que viven en La Plata. En estos momentos, mis hijos mayores se han vuelto hacia atrás, es como si tuvieran 5 y 4 años, por el dolor de todo esto que nos pasó. De manera que yo estoy protegiéndolos, cuidándolos y dándoles fuerza, porque esta lucha es larga pero vamos a llegar a la justicia.
–En los primeros días se la veía como haciendo un proceso interno, elaborando un duelo que es terrible, un dolor que ahora sale hacia afuera pidiendo justicia...
–Sí, estaba así, pero no me costaba hablar. Lo que ocurre es que para hablar me tomo mis pausas, pienso, estoy tranquila, pero ahora ya no lloro. Es rarísimo, pero no lloro, sólo a veces me agarra en momentos de soledad en mi casa. (Hace un alto y luego justifica los segundos en silencio.) Me tomo estas pausas porque no quiero decir nada que entorpezca la causa judicial. Por eso me limito y pido justicia, solamente.
–¿Cree que están todos los responsables de esta masacre?
–Yo creo que faltan más responsables y en eso estamos trabajando.
–¿Dentro de la fuerza policial o también políticos?
–Hay más responsables, particulares y policías, civiles y policías, como prefieran llamarlos. Sin duda que hay más responsables y por eso seguimos trabajando con mi abogada (Dorina Bernárdez), que no sólo es mi abogada sino que es mi amiga de toda la vida. Ella conoce a mi familia, conocía a Gonzalo. Estamos todos los días juntas, trabajando en la causa.
–¿Sirven las marchas?
–Las marchas son importantes porque está todo el pueblo unido y porque se pide justicia para que no nos vuelva a pasar lo que pasó con nuestros hijos. Aunque hago mal en decirlo, quiero que la muerte de mi hijo no sea en vano. Quiero justicia para que este pueblo siga siendo lo que era, un pueblo tranquilo, no con policías corruptos. No quiero que vengan acá policías que fueron echados de otros lados y los mandan acá.
–Muchas gracias y ojalá se cumpla lo que están pidiendo.
–Yo creo que sí, yo creo que se va a cumplir. Gracias a ustedes.