Los trabajadores del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) volvieron a manifestaron su preocupación por la falta de garantías con respecto a la continuidad del personal una vez que se concrete el traspaso de las distribuidoras Edesur y Edenor a la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires. “Lamentablemente, más de 400 trabajadores del ENRE seguimos sin respuestas sobre la continuidad de nuestros puestos de trabajo. De parte de las autoridades locales existe una ausencia total de precisiones sobre la futura implementación del traspaso de jurisdicción y sobre cómo se integrará el nuevo Ente Metropolitano de Servicios Eléctricos que deberá controlar a Edesur y Edenor”, aseguró la Junta Interna en el organismo de control que responde a la Asociación de Trabajadores del Estado. El Ministerio de Hacienda informó el viernes por la noche a través de un comunicado que llegó a un acuerdo económico con Edenor y Edesur por los reclamos pendientes que arrastraban desde 2002. De este modo, se destrabó el traspaso de las eléctricas a las jurisdicciones de la Ciudad y la provincia de Buenos Aires. El Gobierno se limitó a informar que como saldo de esa negociación Edenor deberá incrementar sus inversiones en 4000 millones de pesos por sobre lo acordado en la última Revisión Taritaria Integral (RTI), mientras que Edesur deberá pagarle al Estado Nacional 3858 millones de pesos y sumar obras adicionales por 3000 millones. El acuerdo generó polémica por el tiempo record en el que se alcanzó y porque el negociador oficial fue Juan Garade, quien fue gerente de Planificación Económica de Edenor entre 1992 y 1998 y director de Planificación, Control y Regulación de la empresa Edesur entre 2001 y 2012.
Hacienda también informó aquella vez que la Ciudad y la provincia de Buenos Aires acordaron la creación de un nuevo organismo de control que designará sus autoridades una vez que el traspaso esté refrendado en ambas jurisdicciones. “El ENRE continuará sus funciones de control del transporte de energía eléctrica y de agentes del mercado; y cederá el personal dedicado al seguimiento de la distribución al nuevo ente, por lo que habrá continuidad de los puestos de trabajo”, se agregó en el comunicado. Ese último párrafo llevó inicialmente algo de tranquilidad a los trabajadores del ENRE, pero desde entonces no ha habido novedades y en Ciudad y Provincia han dejado trascender informalmente que no les entusiasma la idea de repartirse 400 trabajadores, aunque todavía quedan algunas semanas para efectivizar el traspaso. De hecho, el martes 18 de junio la Legislatura porteña recién comenzó el tratamiento del proyecto de ley para darle luz verde al acuerdo.
“Esta falta de precisiones resulta preocupante a más de un mes de la firma del acuerdo de traspaso y a pocas semanas de su implementación. A su vez, implica un serio riesgo para el adecuado funcionamiento del nuevo Ente y la defensa de los derechos de los usuarios”, aseguró el gremio, al tiempo que dejó abierta la posibilidad a medidas de fuerza si no hay respuestas.