A una semana de las elecciones internas de Uruguay en la que cada partido elegirá a su candidato presidencial para octubre próximo, el oficialista Frente Amplio (FA) cerró su campaña con un masivo acto de unidad en Las Piedras, partido de Canelones, con todos los precandidatos para diferenciarse de la belicosa primaria del Partido Nacional o Blanco, la más importante fuerza de la oposición.
El favorito para quedarse con la candidatura presidencial del oficialismo, el actual intendente de Montevideo, Daniel Martínez, destacó en el acto de anoche la unidad demostrada con sus rivales de la primaria, mientras “hay partidos en los que los candidatos andan a los codazos”. “En el Frente Amplio nacimos con la ética como herramienta fundamental. Ética y pueblo primero. Estamos convencidos de que cada cosa que hacemos, la hacemos con la ética. Pero los líderes de la oposición nos pintan otro país”, aseguró el hombre que todas las encuestas auguran ganará la interna oficialista el próximo domingo.
Aunque han habido tensiones y diferencias dentro del FA, la coalición de fuerzas de centro izquierda volvió a cerrar fuerzas este año cuando los líderes de los partidos de oposición empezaron a hablar abiertamente de la necesidad de una alianza electoral amplia de cara al balotaje presidencial que todas las encuestas pronostican. Por eso, ayer el FA decidió enviar un mensaje de unidad y recordar a la sociedad uruguaya que la verdadera elección será en octubre, no el próximo domingo. “Tienen razón cada vez que nos acusan de poner en primer lugar a los más infelices. Votar al FA es votar contra las desigualdades”, aseguró Óscar Andrade, el secretario general del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos y otro de los precandidatos presidenciales, que prefirió hablar en nombre del FA y no de su campaña personal, según el diario local La República.
Desde la ciudad de Salto, el favorito de la interna blanca, el senador Luis Lacalle Pou, cerró su campaña en tres estados del noroeste del país con un nuevo pedido a la calma dentro de su partido, la fuerza opositora con más chances de disputar la segunda vuelta presidencial con el FA. “No dejen que nos ganen los personalismos, que esto no sea una competencia de egos. Que esto no sea una competencia de quien pega más codazos. Estamos a ocho días. Ahora sí que estamos en un clima de Copa América y elecciones internas. Uno empieza a estar más ansioso, nervioso”, aseguró el senador, según el diario local El País.
“Si no somos capaces de mantener la prudencia en estos ocho días, no somos capaces de mantener el rumbo del próximo gobierno”, agregó en referencia a la beligerancia que produjo en la interna el crecimiento en las encuestas del empresario multimillonario Juan Sartori, una figura casi desconocida en Uruguay hasta hace seis meses. Hoy se sabe que el consorcio que montó el precandidato y del que fue expulsado está lleno de deudas y una investigación del semanario Búsqueda ha revelado acusaciones de fraude de algunos de sus socios. Sartori no parece tener límites a la hora de gastar en su campaña, mientras se presenta como un empresario de éxito capaz de cambiar el país. Su principal promesa es la de más trabajo y sus propuestas concretas son vagas o demasiado concretas, como la entrega de tarjetas a jubilados con las que, en caso de salir presidente, podrán obtener medicinas gratuitas. es un inversor relativamente conocido, pero su éxito es cada vez más cuestionado.
La tensión entre los blancos creció tanto que hasta el ex presidente Julio María Sanguinetti, el favorito en la interna del segundo partido opositor más importante, el Colorado, se involucró y pronosticó que Sartori no ganará la candidatura.