La inmensa bicicleta financiera construida por el Banco Central con las Lebac tuvo ayer una capítulo más con el vencimiento record de casi 236 mil millones de pesos. Esta renovación, equivalente a casi el 30 por ciento de la Base Monetaria, es la más grande en lo que va del año puesto que el BC ha extendido cada vencimiento a treinta días, cuando antes era semanal. El resultado fue la emisión de Lebac por 244.382 millones de pesos, con un recorte de la tasa de interés de 45 puntos al ubicarse en 22,75 por ciento anual. De ese modo, el stock en circulación aumentó 8613 millones.
El monto total de este instrumento financiero de regulación monetaria, pero que está actuado como una fuente extraordinaria de ganancias para bancos y grandes inversores, se ubica en 650.000 millones de pesos. La operatoria del dólar futuro desplegado por la conducción anterior del BC, que ha derivado en una insólita causa judicial, queda disminuida por el dinero involucrado en relación al negocio especulativo de las Lebac.
La suma de Lebac no ha crecido en línea con la fuerte expansión monetaria de los últimos meses porque el Central ha sumado otro mecanismo de absorción denominado pases, bicicleta en la que sólo pueden pedalear los bancos, en este caso en forma semanal. De ese modo, mantuvo en funcionamiento la bicicleta financiera cada siete días para los bancos, desplazando de esa opción especulativa a medianos y grandes ahorristas particulares, a quienes sólo le reservaron lugar para ese negocio cada treinta días. Los bancos tienen su lugar de privilegio para acumular utilidades fáciles entregadas por el Banco Central cada siete días (pases) y también cada treinta días (Lebac).
Con las tasas de interés que define con las Lebac y los pases, la entidad conducida por Federico Sturzenegger pretende enviar señales a empresas y bancos acerca del horizonte de la tasa de inflación. La tasa de Lebac que marcó ayer fue de 22,75 por ciento anual, mientras que la de los pases fue de 24,75 por ciento anual. Al no modificar ésta última, el BC quizo advertir que aún persisten “señales mixtas” en relación a la inflación. Esto significa que más allá de las declaraciones oficiales acerca de la reducción de la tasa de inflación, las tensiones en los precios continúan presentes. A la vez, incentiva a los bancos pasar de la especulación con Lebac a la de pases.
El comunicado de política monetaria de la entidad eligió resaltar que la inflación núcleo del IPC GBA del Indec de enero (1,3 por ciento) fue más baja que la prevista en el “sendero de desinflación” que se trazó el BCRA para cumplir con la meta de una variación de entre el 12 y el 17 en los precios minoristas para todo el año. Aún así, subrayó también que prefirió mantener “una actitud de cautela”.
Esa cautela, en realidad, puede estar vinculada a las sospechas que existen en el mercado acerca de la cifra de inflación que difundió el Indec de Macri, dudas acentuadas por los datos del IPC-CABA que fueron de 1,9 por ciento y la núcleo del 2,0 por ciento, bastante más alta que el IPC-Indec. Hasta el IPC Córdoba (1,5 y 1,6, respectivamente) fue superior al informado por el organismo nacional de estadísticas.