A Facundo Galli se le viene a la cabeza una y otra vez una imagen sugerente de su infancia que marcó su identidad como artista: los viajes en tren con su abuelo, que era ferroviario y lo llevaba a pasear desde el pueblito de Chapadmalal hasta la urbanizada Miramar. “Vivíamos con mis viejos en la casa de la estación de ferrocarril de Chapadmalal y tengo recuerdos de verlos pintando las columnas del andén”, cuenta este músico que nació en Mar del Plata hace 32 años y que encontró su oficio de creador de canciones en Temperley, en el conurbano sur.
Ése es, justamente, el espíritu que atraviesa Tren, su tercer disco solista, que propone un recorrido sonoro a través de ocho canciones cotidianas, directas y evocativas. “Que van al hueso”, como él las define. No hay nostalgia en ellas sino una especie de melancolía dulce, pura saudade. “La alegría sencilla, la elegancia austera, la reflexión amable”, recita en la introducción de Pájaro de la alegría, con Leandro Tornello en acordeón. Y sí, hay mucho de eso en el carisma general del disco.
“Me interesa recurrir a algo para escribir y mirar hacia adelante. Y si bien las vivencias de mi infancia aparecían en mis discos anteriores, nunca lo hice de una manera tan directa como ahora”, dice Facundo, en cuya música sobresalen la interpretación vocal y el desarrollo de la melodía. “Las letras van todas en un plan, tienen una simpleza que atraviesa toda la lista. No es que en un tema me puse demasiado metafórico o complejo con las palabras, o al revés”, explica sobre esta búsqueda de la brevedad y la contundencia.
“Una, por ejemplo, no dice nada acerca del concepto de Tren, pero cuando la hice me llevó a un lugar vinculado con la toma de decisiones, con moverse, con estar constantemente eligiendo y atravesando la ansiedad de tener un solo tiro”, transparenta Galli. Hay otros dos temas, por ejemplo, que funcionan en espejo y muestran las dos caras del disco: Milonga del mar y Barrio Inglés. La primera es una especie de metáfora sobre la inspiración y las emociones, cantada con los pies en la arena; y la segunda, bien adoquinada, describe un paseo por el pintoresco barrio ferroviario de Temperley.
Pero además del concepto hay otro hilo conductor en este disco producido junto a Sergio Quinto: “Desde la producción, hay una cuestión con el audio muy brilloso, sintético y al frente”, define el cantante. Es un sonido mucho más pop que el de los anteriores Last Pamperito (2013) y Liebre (2016), y que se percibe especialmente en los dos singles del disco: Rueda (que entró en la lista Té para tres de Spotify) y Dale, que tiene video filmado en Remedios de Escalada (https://www.youtube.com/watch?v=Ja1LY_03I3g).
“El disco va perdiendo capas de vestiduras hasta desnudarse por completo. Nos re tentaba meter un teclado o una cuerda, pero lo aguantamos ahí. Quería que la última canción, Y que no me entere, fuera a guitarra y voz”, dice el compositor que el año pasado se mudó a territorio porteño para abrirse a nuevas posibilidades. Tren es el primer álbum que lanza únicamente en formato digital. “Ahora estoy un poco más adentrado, aprendí. No le daba mucha bolilla a Spotify”, desliza. “Pero la gente de El Club del Disco me sugirió que adelante algún sencillo y me di cuenta de que es una realidad: tenés más posibilidades de que las canciones se escuchen más.”
Desde 2007, el marplatense lleva adelante junto a Julián Oroz el dúo La Liebre y El Caracol, un proyecto con canciones de ambos en el que se retroalimentan y combinan sus identidades artísticas. Lo que los une, además de una amistad, es una mirada común sobre el universo de la canción. Decir algo de manera bella y concreta, sin rodeos. “Lo que más me flashea es lo genuino, lo real”, dice Facundo. “El dúo me aportó una soltura escénica que no tenía, cierta conexión con lo que pasa en el momento. Juli es un tipo que cae a un lugar y es muy permeable y desenvuelto con lo que pasa”, destaca. La parte escénica también la absorbió durante un seminario dictado por el reconocido actor, dramaturgo y director César Brie.
Además de con Oroz, Galli siente familiaridad con una escena de cancionistas de su generación con los que se junta a componer, tocar o simplemente conversar. Nombra, por ejemplo, a Nicolás Lapine (aporta su trompeta en Dale, Barrio Inglés y Rueda), Niño Etc (proyecto de Mariano Nápoli), Ave Pez o Sebastián Guerschuny. Facundo también disfruta a músicas de su generación como Noelia Recalde o las uruguayas Papina de Palma, Flor Nuñez o Inés Errandonea, quien abrirá el show de presentación de Tren. O a Adrián Berra, quien puso su voz en Luz de sala, una canción escrita en décimas que versa sobre el diálogo cómplice entre el creador de canciones y el público.
“Todos somos amantes de la canción y nos interesa entender los distintos matices que se le puede dar a una canción. Y otro aspecto que nos emparenta con ellos y tantos otros es atender cosas que no tienen que ver con la inspiración o lo artístico, como la imagen o grabar un disco de determinada manera”, precisa Facundo. “Hacemos canciones que están encasilladas en lo melódico y a mucha gente eso le puede parecer hasta grasa.”
* Facundo Galli presentará Tren este jueves 27/6 a las 21 en Hasta Trilce, Maza 177.