Una bomba de la Segunda Guerra Mundial estalló anoche en un campo de maíz del oeste de Alemania, en Limburgo, dejando un cráter de 10 metros de ancho y 4 de profundidad. Nadie resulto herido por la explosión, ya que ocurrió en una zona descampada. En el país existen miles de bombas sin estallar, que una vez encontradas obligan a realizar evacuaciones de pueblos enteros hasta que se concreta su desactivación.
Según la Policía, un fuerte estallido sobresaltó a los residentes de Limburgo el domingo, cuando un detonador químico descompuesto desencadenó la explosión. No fue hasta el día siguiente que se notó el gran cráter. Los expertos puntualizaron que la escena del accidente demostraba que “casi seguro” era una bomba de 250 kilos.
Los residentes dijeron que un depósito de ferrocarril cercano se había convertido en un objetivo para los bombardeos aliados en los últimos días de la guerra, y que ya se habían encontrado en el pasado bombas sin explotar en la zona. Para llevar tranquilidad a los habitantes de Limburgo, un funcionario local aclaró que "el riesgo de quedar atrapado en una explosión de este tipo era menor que ser alcanzado por un rayo".
De acuerdo al consejo regional, una vez al año una bomba detona sin influencia externa por la desintegración del detonador. Los expertos creen que hay cerca de 250.000 bombas lanzadas por los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial que por algún problema técnico no explotaron en su momento.
El 14 de junio fue encontrada una bomba lanzada por la Fuerza Aérea de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial en Berlín, durante unos trabajos de construcción de un edificio. Siguiendo el protocolo, se cerró completamente un radio de 300 metros y se evacuó una parte de la población, y luego se la desactivo.