En el primer cuatrimestre del año hubo caídas de más de 80 por ciento en las principales producciones de la economía. Rubros diversos como lácteos, carnes, termotanques a gas, equipos de aire acondicionado, televisores y monitores, celular, automotores y motos, biodiesel y cosechadoras y sembradoras fueron los productos con peor desempeño en el primer cuatrimestre del año, según el informe de Estadísticas de Productos Industriales (EPI) que publicó este lunes el Indec. No se salvó ni el fernet, cuya elaboración se contrajo en promedio de enero a abril un 21,7 por ciento contra igual período del año pasado. El documento revela el comportamiento, en sus respectivas unidades de medida, de los rubros productivos que integran la matriz local, la cual exhibe una fuerte primarización de la actividad y la respuesta de la oferta a los cambios en el consumo que provoca la pérdida de poder adquisitivo de salarios y jubilaciones.
El EPI llega -con excepción de rubros puntuales- hasta abril último, lo que permite comparar el deterioro que provocó la crisis en el entramado industrial. El traslado a precios de la devaluación de 2018 afectó tanto los valores finales (al consumidor) como los costos de producción. Fue abril del año pasado el último en arrojar una mejora. La suba de la tasa de interés y la absorción de pesos del sistema para frenar la corrida, agravaron el problema, congelando el crédito productivo y el consumo.
El Indice de Producción Industrial (IPI) había informado una caída de 10,6 por ciento para el primer cuatrimestre. Sin embargo, a diferencia de este dato homogéneo, el informe difundido este lunes desagrega el comportamiento (de observación directa) para los principales artículos de cada rubro.
Alimentos y bebidas
Dada la heterogeneidad de productos que la integran, es el segmento donde se exhibe la mayor volatilidad. Sin bien el rubro alimentos y bebidas había arrojado en términos estadísticos una caída de 3 por ciento acumulada hasta abril, hay retrocesos de más de 30 por ciento en la producción de algunos ítems, como se exhiben dentro del rubro lácteo.
La caída generalizada en el segmento, consecuencia de una menor demanda, es un comportamiento preocupante en términos de salud de la población, pero además revela una profundización del deterioro a medida que se avanza en la cadena de valor. Medido hasta marzo último inclusive (en este caso hay un rezago de un mes), la cantidad de leche fluida (litros) se contrajo 4,8 por ciento interanual y en polvo (toneladas), 7,7 por ciento. Si se toma en cuenta sus derivados, la leche saborizada se contrajo 37,1 por ciento y postres y flanes, 30,1 por ciento. Le siguieron yogur (-15,2 por ciento), crema (-11,1) y quesos (-3,2).
En producción de cabezas de ganado, la faena bovina del primer cuatrimestre se contrajo 4,5 por ciento, debido a que el aumento en la exportación de carne vacuna no compensa el retroceso en el consumo interno. Hubo mejoras en carne aviar (6,4 por ciento) y porcina (3,0 por ciento), que se adecuaron a un aumento de la demanda como sustituto de la vacuna.
En el rubro almacén, la producción de gaseosas se contrajo en 19,3 por ciento. También hubo retrocesos en los despachos al mercado interno de vinos y destilados. En este tándem se destaca el comportamiento de una bebida típica del país, el fernet: retrocedió en el cuatrimestre el 21,7 por ciento en su producción. Le siguieron el whisky (-8,5 por ciento), aperitivos y vermuts (-7,8) y licores (-4,3).
Vivienda y transporte
En el rubro de limpieza e higiene se informó un deterioro de 21,4 por ciento en producción de jabón de tocador y lavar entre enero y abril respecto del año pasado. En detergentes, la contracción fue de 16,7 por ciento. En artículos del hogar, hubo disminuciones en producción de calefones (-18,4 por ciento), termotanques a gas (-23,3 por ciento) y equipos de aire acondicionado (-42,9 por ciento). En estos casos el comportamiento responde a una menor demanda interna de artefactos de línea blanca a una industria ya dañada por el efecto de una sustitución de producción local por importados. Esto explica los cierres y despidos en empresas de línea blanca.
En electrónicos se suman los retrocesos en ensamble de celulares en el país, que cayó 32,8 por ciento, mientras que la baja en la fabricación de monitores fue 80,7 por ciento y 82,2, en televisores. La explicación no difiere de la línea blanca.
También se registraron caídas en el rubro automotor. La producción de automóviles en el cuatrimestre se contrajo en 31,6 por ciento. En el caso de motos, que por costos de mantenimiento y combustible había sido un sustituto del auto, se contrajo 68,7 por ciento. En fabricación de acoplados y semirremolques hubo además un descenso de 37,1 por ciento. Otro punto a destacar fue el deterioro de la industria de maquinaria agrícola, pese a que el sector agroexportador es uno de los pocos que lograron mantenerse en pie.
Pese a la mejora en la exportación de granos, la fabricación de cosechadoras hasta marzo (con un mes de rezago) se contrajo 71,4 por ciento interanual, seguido por la fabricación de tractores (69) y pulverizadoras (65,2).
El enfriamiento de la economía también se refleja en la menor cantidad de despachos de nafta super (-17,3 por ciento) y gasoil (-22,7).