Los defensores Juan Manuel Insaurralde y Jonathan Silva se tomaron a golpes en el entrenamiento de Boca y el técnico Guillermo Barros Schelotto, enojado, los envió a las duchas. Si bien trascendió que la pelea se habría reanudado en los vestuarios, esto no pudo ser confirmado. El zaguero ya había tenido un altercado en 2011 con Jesús Méndez durante una práctica en La Bombonera. “No son comportamientos propios de un jugador profesional de Boca”, argumentó recién llegado de Estados Unidos el presidente Daniel Angelici, quien anticipó que los dos futbolistas –a los que se les exigió pedir disculpas públicas– recibirían sanciones económicas y deportivas. Asimismo se analiza la incorporación de ambos defensores al plantel de reserva que dirige Rolando Schiavi. Y sobre llovido, mojado: el volante Pablo Pérez sufrió una distensión muscular en el tobillo izquierdo y podría perderse el partido con Banfield, a la espera de la reanudación del torneo de Primera División, anunciada ayer para el 3 de marzo.
Los protagonistas del incidente integraban en la mañana de ayer el mismo equipo en el táctico dispuesto en la cancha 3 del Complejo Pedro Pompilio, cuando Silva le dijo algo a Insaurralde, que reaccionó atacándolo y así se originó la pelea. Darío Benedetto y Federico Carrizo fueron los primeros compañeros que se acercaron a separarlos, mientras que Barros Schelotto arrojó al suelo su carpeta y corrió para reprender a los jugadores y determinar su inmediata expulsión, con ademanes de disgusto. “¿Qué mierda piensan que estamos haciendo acá? Los dos afuera, si quieren no vuelvan más”, bramó el Mellizo. Insaurralde –con su remera rota– y Silva se dirigieron cada uno por su lado al vestuario y hacia allí fueron también el entrenador alterno Gustavo Barros Schelotto y el preparador físico Javier Valdecantos para hablar con ellos.
“Quiero pedir disculpas a Johny, a mis compañeros, al cuerpo técnico, al club y a la gente. Lo que hice no estuvo bien, fueron cinco segundos de calentura. No es oportuno porque estamos viviendo un clima bueno; no se va a volver a repetir”, lamentó Insaurralde. “Ya está, es algo que le puede suceder a cualquiera. Recién veníamos con el Chaco cagándonos de risa, está todo bien”, aseguró por su parte Silva.
Pese a que Insaurralde asumió la culpa por iniciar la pelea, Angelici afirmó: “Lo ocurrido entre Insaurralde y Silva en el entrenamiento es una situación de calentura, pero no lo podemos aceptar y serán sancionados”.