Tras los alegatos de cierre en el juicio por la explosión del edificio de calle Salta 2141, el tribunal anunció que el martes 2 de julio, a las 14, dará a conocer el veredicto sobre los once imputados. Así lo informaron Marcela Canavesio, Carlos Leiva y Rodolfo Zvala tras escuchar los planteos finales de las partes en el debate por el delito de estrago culposo agravado, que terminó con la vida de 22 personas el 6 de agosto de 2013. Ayer, las defensas del gasista Carlos García y de su ayudante, Pablo Miño, atacaron a la acusación. Florencia Chaumet negó que Miño haya tocado algo del gabinete de gas. "El propio García reconoce que mi cliente no tocó nada", dijo la letrada sobre la acusación de la Fiscalía, y pidió la absolución. En tanto, Hugo Buffarini, planteó que el gasista García estaba en el lugar y momento equivocado. "Acá hay un conflicto entre un débil y un poderoso", dijo. Fiscalía replicó cada contrapunto y sostuvo los pedidos de cinco años de prisión para nueve de los acusados entre la gerenta técnica, un jefe técnico y reclamistas de Litoral Gas; los administradores del consorcio, el gasista y su ayudante. La querella, acusó a once.
El lunes comenzaron los alegatos de clausura previo a la sentencia para los imputados. En su alocución, el fiscal Moreno planteó una lectura novedosa sobre la actuación de Miño, al decir que a García no le daba el tiempo para hacer todas las acciones mencionadas. "Los fiscales variaron toda la plataforma fáctica de la acusación. En los únicos momentos que se habló de mi defendido durante le juicio fue para decir que no tiene ningún tipo de responsabilidad. La acusación fue aventurada, pero más aún el pedido de pena. Nos sorprende que insistan, que pidan pena por el máximo de la escala penal, cuando esperábamos que pidan la absolución", dijo la defensora. Y fue más allá: "El gran ausente fue nuestro defendido. En los alegatos de apertura se aludió a él en una cadena de responsabilidades, como un eslabón; pero las promesas fueron incumplidas: primero lo acusaron de haber causado la explosión por desacoplar el regulador con García; pero ayer (por el lunes) se varió. Se vulneró el derecho de defensa por incongruencia. Se lo acusa de no haber actuado y de huir del lugar. La querella también le atribuyó no haber evitado la tragedia", protestó.
"Pablo Miño no tocó nada adentro de ese gabinete. No hay acción. Se tergiversa la prueba porque se mencionó algo que una testigo no dijo, que lo vio dentro del regulador. Cuando se le preguntó, dijo textual: 'La verdad no le sabría decir, estaba ahí, afuera de la parte de la entrada del edificio, no me detuve a ver qué estaba haciendo'", recordó. Y sumó: "Fue el propio García quien reconoce que su ayudante no tocó nada. Nunca tocaba nada. Solo alcanzaba herramientas. Esto nos sorprendió. Nunca se dijo, en seis años. No es lo mismo desacoplar que intentar cerrar una válvula".
También lo defendió de la acusación sobre omisiones. "Se le está pidiendo que sea un héroe. No estaba en las esferas de Miño evitar esta tragedia. Incluso, contribuyó a que el daño no fuera mayor, porque en la esquina cortó el tránsito de calle Oroño. ¿Condenar al ayudante del gasista sería darle una respuesta a la sociedad? Que no se corte el hilo por lo más delgado", reclamó.
Por su parte, el abogado de García aseguró que "si se coloca a cualquier otro gasista en su lugar, es muy probable que el resultado fuera el mismo. Carlos estaba trabajando enormemente condicionado por una serie de irregularidades, antes y después de la tragedia". Cuestionó a Litoral Gas por "falta de inversiones en mantenimientos de redes, de instalaciones, capacitación no solo al personal, sino también a los gasistas"; y la "falta de respuestas ante las consultas a la empresa". Y aseguró: "En ese edificio las condiciones eran adversas. Recordemos que le pegaban mazazos a la válvula de servicio (para abrirla o cerrarla, los días previos al arreglo) en la que después tuvo que trabajar este gasista. Le piden que haga lo que la propia distribuidora no exige. Sus declaraciones fueron coherentes: 'Yo cerré la válvula y escuché que hizo tope. Intenté venteo y se produjo el desacople'", recordó sobre dichos de su cliente. Y planteó que si hay dudas sobre quién manipuló la válvula, deberá ser en beneficio del acusado. "Todos los gasistas manipulaban la llave de servicio. Lo dijeron acá los gasistas, podemos decir que es antirreglamentario, pero ¿quién comienza a transgredir, cuando autoriza?".
Si bien pidió la absolución, planteó que de encontrarlo culpable no deberían darle más del mínimo por el delito de estrago culposo agravado, que es de un año en suspenso. "Ahora es un desocupado. Tiene la inhabilitación absoluta que lo sacó del mercado laboral y hace changas. También lo apuntó el dedo acusador de la sociedad con una sanción moral".