En el último año se perdió un puesto de trabajo cada dos minutos. Así lo advierte un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) sobre la situación del empleo entre marzo de 2018 y marzo de 2019. Para los investigadores, se trata de una crisis que con señales de agravarse: la tasa de entrada al mercado laboral está en los niveles más bajos desde la salida de la crisis del año 2002 y, por la recesión, la proporción de empleadores que piensan disminuir personal es del 7,5 por ciento, la más alta de los últimos 14 años.
El Observatorio pone como baza inicial de su análisis el desempleo del tercer trimestre de 2015, que de acuerdo a los datos del Indec fue del 5,9 por ciento, el más bajo de los últimos 28 años.
A partir de entonces, indica, "en los trimestres donde aconteció una recesión, como durante 2016 o en la segunda mitad de 2018, los indicadores se deterioraron considerablemente, y en años de crecimiento, como lo fue 2017, los mismos mejoraron pero con una intensidad insuficiente para corregir la situación previa".
El año 2018 terminó cerrando así con una situación del empleo muy deteriorada en relación a 2015. En 2019 esa tendencia se está profundizando. El análisis de la UNDAV remarca los siguientes datos:
* Entre los trabajadores en blanco, en el último año se perdió un acumulado de 268 mil puestos de trabajo.
* Quienes más despidos sufrieron fueron los empleados del sector privado: los datos de marzo pasado muestran 161 mil puestos de trabajo menos. (Por supuesto, lo que puede medirse es el empleo registrado, en blanco, no el informal).
* También fue muy alto el número de personas que dejaron de pagar el monotributo, tanto el tradicional como el social: 112 mil monotributistas menos en el último año.
* En el sector agrícola, el más favorecido por las políticas de Cambiemos, en los últimos 12 meses hubo una débil creación de empleo: apenas 200 puestos laborales.
* Considerando los ganadores y perdedores del modelo, el informe muestra que por cada empleo nuevo en el sector agrario se destruyeron más de 335 en la industria.
Caída del empleo registrado
Desde noviembre de 2015 el empleo registrado cayó en el sector privado en 105 mil puestos. El Observatorio marca que el crecimiento económico de 2017 permitió una recomposición, pero que con la crisis de 2018 esa mejoría se evaporó, hasta caer por debajo de los niveles de 2015 (-2,1 por ciento).
En el desglose según modalidad
ocupacional, se ve que solamente hubo crecimiento del
empleo en los asalariados de casas particulares, lo que
confirma que el modelo económico lejos está de
generar empleo privado de calidad.
Entre los empleadores predomina una visión pesimista respecto al crecimiento del empleo. Por primera vez desde el año
2015, según datos de la Encuesta de Indicadores Laborales, las empresas que planean reducir su plantilla son más
que las que planean aumentarla. Las primeras se ubican cerca
del 7% del total mientras que las segundas están rondando el
6%. Un año atrás las que pensaban despedir eran apenas el 4%
y las que planeaban contratar el 10%.
Sueldos depreciados
En lo salarial, la mayor parte de los rubros productivos perdieron poder adquisitivo. La pérdida del poder de compra fue del 12 por ciento en relación a la inflación, con respecto al promedio salarial real de 2018.
En respuesta a los despidos y los bajos salarios se verifica en el último año un nítido aumento de la conflictividad.
Los trabajadores que realizaron huelgas pasaron de un promedio de 262 mil por mes en 2006-2015 a un promedio de 438 mil en el periodo 2016-2018, contando tanto los reclamos de estatales como los de trabajadores del sector privado. El valor del año 2018 fue el más alto de la serie, con 547 huelguistas por mes, en consonancia con el pésimo año a nivel económico, laboral y salarial.
El crecimiento de la conflictividad, finaliza el Observatorio, también se vio reflejado
en el aumento de las jornadas individuales no trabajadas (que
es la multiplicación de la cantidad de huelguistas de cada
conflicto por la duración de las huelgas en que participaron). Así, el promedio anual del periodo 2006-2015 daba un
resultado anual de 5,4 millones de jornadas no trabajadas por
huelgas. En cambio, en 2016-2018 esta cifra asciende a casi de
9,4 millones, con un crecimiento del 73% en relación al periodo
anterior.