Los bancarios resolvieron extender al lunes y el martes próximos el paro que había sido convocado para este viernes. El gremio que conduce Sergio Palazzo decidió ayer profundizar la medida de fuerza tras una nueva negativa de la cámara que reúne a la banca extranjera, la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), de suscribir el preacuerdo salarial firmado en noviembre, al que sí adhieren el resto de las asociaciones patronales del sector financiero. “Otra vez la banca extranjera impide el acuerdo”, fustigó anoche Palazzo, quien disparó también contra el Gobierno, al que acusó de querer aplicar el mismo techo paritario del 18 por ciento que a los docentes bonaerenses y de no tener en claro qué funcionario debe encabezar la negociación.
La huelga será entonces de 72 horas y dejará sin atención a los bancos de todo el país durante cinco días, contando el fin de semana. Desde el Ministerio de Trabajo opinaron ayer que la medida es “absolutamente desproporcionada” e indicaron que barajan “la validez o no” de llamar a conciliación obligatoria para buscar una salida.
Pero tras el anuncio de la primera medida de fuerza (de 24 horas para el viernes) la Bancaria había acusado al Gobierno de usar su influencia para facilitarle a los bancos extranjeros el incumplimiento del acuerdo de noviembre. Entre otras cosas, le reprochaba haber apelado el fallo de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo que le daba la razón al gremio y ordenaba homologar el acuerdo con el resto de las patronales. “Los directores de ABA se sienten dueños de este gobierno” dijeron ayer desde la Bancaria para graficar la posiciones en la negociación.
El 13 de noviembre, el gremio y las patronales acordaron un aumento promedio del 15 por ciento a cuenta de la paritaria de este año. La cámara de los bancos extranjeros fue la única que se opuso, desde entonces, al acuerdo. “Anualizado, el aumento pasaría a ser un acumulado del 24,2 por ciento, que lejos está del 17 de inflación previsto por el Gobierno para este año”, explicó Palazzo ayer. “Por eso –siguió el secretario general– surgió la presión para que el acuerdo se caiga”. “Todos buscan una pauta como la que consiguió María Eugenia Vidal al suscribir un acuerdo del 18 por ciento en cuotas (con los docentes)”, argumentó.
Palazzo le reprochó al Gobierno que hasta ahora no encontró en las negociaciones “a alguien que tenga poder de decisión”. Desde el gremio explicaron que, en los últimos días, intervinieron el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y el coordinador del equipo económico de la Rosada y número dos de la Jefatura de Gabinete, Mario Quintana. De parte de la banca extranjera, se sientan a la mesa Claudio Cesáreo, presidente de ABA desde 2011, y Enrique Cristofani, jefe del Santander. “El Gobierno pone los propios funcionarios de bancos para negociar y después van para atrás”, fustigó Palazzo.
“Me parece insólita la decisión de los bancos extranjeros, porque hay un acuerdo firmado. Les dijimos que el aumento lo vamos a anualizar como pedían pero con un resguardo por si la inflación se desborda. Si esto ocurre, como lo cobramos en un solo pago, se vuelve atrás y se actualiza. Lo único que recibimos fue una negativa y otra vez la banca extranjera impide el acuerdo”, sostuvo el dirigente de la Corriente Sindical.
“Esta es la cuarta vez que la Bancaria alcanza un acuerdo con las cámaras y que las entidades extranjeras rompen”, precisó, por su parte, el secretario de Prensa de la Bancaria, Eduardo Berrozpe. El dirigente gremial responsabilizó a los bancos extranjeros por “la profundización del conflicto”, dado que decidieron ayer romper las negociaciones y desobedecieron “la orden judicial de pagar”.
Los bancarios habían iniciado el plan de acción gremial el jueves y viernes de la semana anterior con miles de asambleas nacionales preparatorias de “una gran huelga general de 24 horas”. La Bancaria, dentro de la Corriente Sindical, formará parte de la movilización convocada por el triunvirato de la CGT para el 7 de marzo.