El diputado nacional Agustín Rossi presentó ayer el proyecto de ley para que el 29 de agosto se convierta en el Día de la Persona Donante de Órganos. La acción es impulsada a pedido de la familia de la niña rosarina Antonella Trivisonno, a 20 años de su fallecimiento y de la decisión de sus padres de donar los órganos. El proyecto lleva la rúbrica de legisladores nacionales por Santa Fe Gisela Scaglia, Lucila de Ponti, Alejandra Rodenas, Marcos Cleri, Josefina González, Silvina Frana, Alejandro Ramos, Albor Cantard, Alejandro Grandinetti, Luis Contigiani, Luciano Laspina y Vanesa Massetani.

En 1999, cuando ocurrió el deceso de la niña, la legislación, la información y las campañas sobre la donación de órganos no tenían los avances que tienen actualmente, por lo que la decisión de los padres de Antonella, Silvia y Alejandro Trivisonno "son dignas de recordar y conmemorar" dijo Rossi.

El relato de la mamá y el papá de Antonella sobre la donación de órganos tras el fallecimiento de un hijo/a, representa y expresa lo que implica ese acto de dar a otros/as la posibilidad de la vida, y cómo sigue la propia vida, nunca ya igual, para las familias que atraviesan esa circunstancia: "El 29 de agosto de 1999 teníamos 35 años, 4 hijos de 9 meses, 6, 8 y 10 años con sus 4 abuelos sin grandes problemas de salud; creíamos que la donación de órganos no era un tema para nosotros. Pero aproximadamente a las 15 de ese domingo un inconsciente pasó en rojo el semáforo de calle Salta y chocó nuestro auto en la esquina con Av Ovidio Lagos de la ciudad de Rosario. Como resultado de este accidente, el auto en el que viajaba Silvia con 3 de nuestros hijos volcó. Por la magnitud del impacto el auto se deformó, se abrieron las puertas y Antonella fue despedida del vehículo recibiendo las heridas más severas. Fue derivada al Hospital de Niños Victor J. Vilela. Durante 4 horas, los médicos que tenían nuestra misma edad y con hijos de la edad de Antonella hicieron todo lo humana y médicamente posible para sanar sus graves heridas. Vimos el esfuerzo y dedicación por revertir el estado tan crítico en el que estaba. Lo peor pasó: Antonella murió".

"No dudamos en decirle a los médicos que queríamos donar los órganos de Antonella. Tuvimos que insistir; ya que no era común que esto sucediera en esa época. El momento es muy difícil de describir a pesar del tiempo transcurrido. Estábamos muy conmocionados: papás, médicos, enfermeras de terapia, familia, amigos y hasta la persona que nos hizo la entrevista del Cudaio. Concientizar se reducía a explicar los pasos de un operativo de ablación y trasplante, describir la angustiante espera de los pacientes o el lamentable desenlace de los que no llegaban a recibir el tan ansiado órgano y por último detallar los requisitos médicos-legales para diagnosticar la muerte encefálica", recordaron los padres.