"Es una celebración", dice Julián Rossi, y sintetiza el espíritu que moviliza al Festival de la Canción Kuikatl, cuya segunda edición tendrá lugar entre hoy y mañana en el Centro de Expresiones Contemporáneas (Sargento Cabral y el río). Talleres y música (ver recuadro) con el fin de cultivar una comprensión estética de índole plural y colectiva, en un espectáculo "apto para todo público", con entrada libre y gratuita.

Con esta consigna, el sello rosarino ofrecerá mañana en el CEC, a partir de las 16, las presencias de Mercedes Borrel, Rodrigo Carazzo (Córdoba), Dúo La Perilla, Ema Marquiore/Tomás Boasso/Julián Rossi, JuaniFavre y la Paz Ciencia, María Pien (Buenos Aires), con el acento puesto en el concepto auténtico de Kuikatl: "la canción desgenerada".

"La canción desgenerada tiene que ver con una cosa generacional", explica Rossi. "Nosotros tenemos identidades estilísticas y estéticas sobre la canción y la música, pero hemos crecido en un contexto en donde tuvimos acceso a la tecnología, y podemos escuchar y disfrutar de la música que se hace en cualquier parte del mundo. Así pudimos descubrir más a nuestros contemporáneos, y darnos cuenta de que hay mucha gente de nuestra edad que hace diferentes estilos, con diferentes formas, y creemos que eso rompió la idea del género. Entendemos que ahí está la cuestión desgenerada: canciones que vienen de diferentes lugares pero que en algún punto se unen, se encuentran, y pueden lograr una convivencia. No importa el ritmo que tengan, no importa su contexto, la armonía o la melodía".

Kuikatl Discos editó, durante el año pasado, Yeta, de MatiVant; Vitrales, de Tomás Boasso; Armas para desarmar, de Emanuel Marquiore; y Precolombino, de Julián Rossi. Les distingue una organización colectiva y cooperativista. Un rasgo sustancial. "Nos mueve la amistad, el encuentro. Es algo genuino. A partir de ahí fortalecemos un equipo, un grupo, que es la cooperativa. Eso es algo que evidentemente altera intereses diversos en la música, en el arte. Muchas veces pueden primar intereses económicos, pero para nosotros es un modo de apostar a otra construcción social, porque estamos convencidos de ello. Creo que siempre quieren educarnos de otras maneras y nos quieren alejar de lo colectivo, porque es realmente zarpado y fuerte y poderoso cuando muchas personas se juntan, con sus energías y pensamientos y acciones. Creo que lo colectivo funciona porque es un modo solidario de construir, los intereses que tenemos son desde el amor, amamos lo que hacemos, amamos a la música y la honramos", prosigue Rossi.

Lanzado en 2014, Kuikatl se propone habitar las nuevas formas de produccion y comercialización de la música integrando a todas las artes. Es una plataforma de desarrollo de artistas independientes afines. Está "orientado a captar el surgimiento de nuevas canciones y obras de arte con una impronta en común".

El Festival, dice el músico, "es el encuentro más importante entre todas las actividades que hacemos. Nos moviliza mucho la cuestión de proponer, la acción, para dejar plasmadas un montón de cosas que sentimos. En este tiempo, nos hemos encontrado con proyectos afines, y con el compromiso de muchas personas. Estamos construyendo un vínculo muy lindo; el festival es una celebración, lo vemos así. Es nuestro modo de plasmar una visión política en la sociedad, como gestores, como músicos, como profesores. Desde esos roles, tratamos de dejar un mensaje, y ése es el mensaje de lo colectivo, del modo cooperativo".

El II Festival de la Canción Kuikatl completa sus actividades con la intervención en pintura del artista plástico Bastian Roa, y la intervención teatral de Manuel Lafranchi. Además, habrá servicio de buffet y bebidas artesanales, feria de discos independientes, y feria editorial independiente.