La Cámara Penal de Vera designó al tribunal que juzgará al cura Néstor Monzón, acusado de abusar de un niño y una niña, primos entre sí, en la localidad de Reconquista, y se espera fecha de juicio. La decisión del camarista Carlos Renna llegó a más de tres años del inicio de la causa y luego del intenso reclamo de los padres de las víctimas, que pedían la designación de magistrados, luego del malestar que provocó la conformación de un tribunal que generaba dudas de parcialidad.
Tras la audiencia de la semana pasada, se dispuso que el tribunal sea integrado por jueces recientemente designados, Santiago Banegas y Martín Gauna Chapero, junto a Claudia Bressan, que ya estaba asignada como presidenta del mismo. De no haber excusación o recusaciones de las partes, la Oficina de Gestión Judicial deberá fijar la fecha de realización del debate oral y público, donde el cura Monzón estará sentado en el banquillo, acusado por abuso sexual gravemente ultrajante agravado por ser sacerdote, y enfrentará pedidos de pena de 12 y 16 años de prisión, de Fiscalía y querella, respectivamente.
En 2016, el caso conmocionó al norte santafesino al conocerse los sometimientos contra una niña y un niño de apenas 3 años. La acusación que hicieron los fiscales del Ministerio Público de la Acusación, Rubén Martínez y Alejandro Rodríguez, en aquel momento, fue por el delito de "abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por ser ministro del culto religioso y por haber dañado la salud de la víctima".
Quien será juzgado es el presbítero de la parroquia María madre de Dios, que se declaró inocente al ser imputado. Si bien estuvo en prisión preventiva -la mayor parte del tiempo fue en arresto domiciliario- al poco tiempo recuperó la libertad, pero nunca fue desvinculado de la causa. En julio de 2017, la Fiscalía presentó acusación y pidió 12 años de prisión para el párroco de 50 años; mientras que los querellantes pidieron 16.
Andrea, madre de una de las víctimas dijo que las novedades "son positivas, porque asumieron nuevos jueces de San Cristóbal y Vera". Y recordó que la misma defensa de los imputados pedía "juicio ya", por lo que creen que no habrá recusación a los magistrados. Al mismo tiempo, planteó que "no hay más excusas". Cuando se confirmen los magistrados, "solo queda esperar la fecha del juicio. Queremos justicia por nuestros niños".
La mujer hizo la denuncia contra el párroco en noviembre de 2015, en el Centro de Orientación de Víctimas de Violencia Familiar y Sexual de la Unidad Regional 19ª de la policía provincial, cuando su hija tenía 3 años y le contó lo sucedido de manera inocente. Los fiscales comenzaron entonces la investigación y cinco meses después pidieron la detención del acusado.