El ex jefe del Ejército, César Milani, declaró ayer por más de tres horas ante el juez federal N°2 de Tucumán, Fernando Poviña, quien lleva adelante la causa por la desaparición del soldado riojano Alberto Ledo. Milani está imputado por los presuntos delitos de “encubrimiento agravado y falsificación ideológica de instrumento público”. En la misma causa está procesado el ex capitán Esteban Sanguinetti, quien se encuentra con prisión domiciliaria y próximamente irá a juicio oral.

Gustavo Feldman, abogado de Milani en la causa, dijo a la prensa que su defendido se declaró inocente y que afirmó no haber conocido al soldado desaparecido. “Milani se presentó ante la Justicia, como lo hizo cada vez que fue requerido, y brindó una frondosa explicación de la situación que le tocó vivir en esos años; ratificó lo que dijo en un escrito presentado en agosto pasado y dejó otro ampliatorio donde ofrece una buena cantidad de pruebas”, sostuvo Feldman. Al respecto, precisó que ofrecieron “las declaraciones testimoniales –agregó– de León Arslanian, Ricardo Gil Lavedra y Graciela Fernandez Meijide sobre aspectos de orden general, y en particular en cuanto a la participación de los subtenientes en esa época”. El abogado Milani dijo que además de aportarle “nuevas pruebas”, le acercaron a Poviña “una verdadera hipótesis de investigación para que el juez, la fiscalía y la secretaria de Derechos Humanos, que ahora es querellante, lleven adelante la investigación en forma conjunta con la defensa”. 

Según dijo el abogado, en su declaración Milani explicó “por qué no tuvo ni pudo tener ninguna vinculación por el caso”, e indicó que la fotocopia de un acta que se le atribuye al ex jefe del Ejército y que está en el expediente “no es un documento genuino y su firma es irreconocible”. “Nunca existió el legajo original del soldado Ledo y con la mal llamada acta de deserción jamás se podrá condenar a alguien”, sintetizó Feldman.

Graciela Ledo, hermana del soldado desaparecido, se mostró desilusionada luego de la declaración porque su “mayor deseo” era que el ex jefe del Ejército “quede detenido y espere en esa condición el comienzo del juicio”.

“Compartimos la sensación de la familia Ledo, porque venimos luchando desde hace varios años y no vemos que exista la intención de hacer justicia”, dijo la abogada querellante, Adriana Mercado Luna.