El líder del sindicato de mecánicos, Ricardo Pignanelli está más que contento con el proceso de unidad que alcanzó el peronismo y que se tradujo en el Frente de Todos. Durante una charla con PáginaI12 aseguró que se siente parte de este todo y por eso no le molesta que hayan quedado pocos espacios en las listas de candidatos para gremialista porque lo que importa es el modelo político que ofrece el binomio que integran Alberto Fernández y Cristina Kirchner y que él ayudo a construir. En este contexto, donde avizora un triunfo en octubre, sostiene que es imprescindible la formación de una nueva CGT donde no sólo cambien los nombres sino que exprese el modelo nacional e industrial que debe caracterizar el tiempo político y económico que se avecina. “La CGT debe ser parte fundamental del modelo nacional”, dijo aunque advierte sobre los peligros y las consecuencias negativas que dejará Cambiemos.
–¿Está conforme con la integración del Frente de Todos?
–Sí porque fuimos parte de ello. A veces los muchachos se enojan un poco pero yo les pregunto qué quieren ser: el todo de nada o parte de todo. Yo quiero ser parte de todo y eso es lo que está sucediendo.
–De todas formas la situación económica y social no es positiva…
–Se va a sorprender por lo que le diré pero los números grandes se arreglan. En uno o dos años se acomodan porque tenemos un buen caudal de mano de obra y muchos cerebros. Pero lo que más me preocupa es la adversidad que vive la gente porque hubo tanta agresividad, tanta venganza que se sembró entre la gente que esa es la más difícil de remontar. Mire, una cosa es tener una campaña electoral agresiva con algunas maniobras sucias pero cuando eso se siembra en la gestión de gobierno, donde se beneficia muchísimo a unos pocos y se perjudica a muchos, es difícil luego conseguir el equilibrio porque hay mucha gente que queda con bronca.
–¿Será por eso que el gobierno de Macri dice que si gana el Frente de Todos vendrá el ministerio de la venganza?
–Tanto Alberto como Cristina la tienen muy clara de que no hay espacio para eso. Sí le tengo un poco de temor porque el gobierno nos llevó a una situación muy crítica. Hace un tiempo hubo un ministro de Educación (se refiere a Esteban Bullrich) que dijo que los argentinos nos teníamos que acostumbrar a la incertidumbre y lo consiguieron porque hoy trabajás y mañana no sabés. Hoy mandás a tus pibes al colegio y mañana no sabés. Hoy comés y mañana no sabés. Eso enferma, deprime, desgasta. Bueno, algunos caerán en la depresión y otros en la bronca y la pelea. Eso no es bueno para el país. Por eso los contreras, como diría Evita, y los medio hegemónicos hablan del ministerio de la venganza pero ellos lo practicaron, ellos lo pusieron en marcha.
–¿Entonces cómo se supera esto?
–Mire, cuando yo hablaba de la unidad me refería a que la necesitábamos, pero no sólo en el gobierno que nos va a conducir y este frente está preparado para eso. También me refería a tener una gran unidad en el movimiento obrero, en la CGT, para poder entender y comprender el camino que vamos a tener que transitar. Necesitamos la unidad que puede ser mayoritaria para poder acompañar a conducir la salida de esta situación creada porque el nuevo gobierno necesitará comprensión.
–Esto se debe definir en estos próximos meses.
–Y sí. Se tiene que producir ahora mismo porque de lo contrario vamos a entrar desacoplados con el nuevo gobierno. No vamos a entrar en sintonía.
–Usted habla de una nueva CGT que acompañe al nuevo gobierno. ¿Entonces la actual no es la indicada?
–Primero que la CGT no es una sola. Hay en este momento varias pero necesitamos una con un solo secretario general pero no que acompañe el proceso de un gobierno sino que acompañe un modelo porque me dicen que tiene que tener el beneplácito del gobierno. No, primero debe ser capaz de convocar a la gente. Segundo, respetar un modelo para restablecer la confianza de la gente hacia el modelo y seguramente si el gobierno persigue el mismo modelo, que es el que todo hablamos hoy, va a combinar y va a ayudar a sacar el país adelante. La CGT no necesita la aprobación del gobierno sino que tiene que tener las cosas claras.
–Para eso hay que hacer por lo menos un congreso.
–Habrá que dar una discusión profunda pero mire, nuestro sector se llama Frente Sindical para el Modelo Nacional y eso no es casualidad. La CGT debe ir en pos de un acuerdo para un modelo industrial nacional.
–¿Le molestó que haya pocos candidatos sindicales en la lista del Frente de Todos?
–Estar enojado por un cargo, por un lugar o posicionamiento no lo entiendo porque cuando decidimos juntarnos y construir un frente tan amplio hasta que duela, entonces es difícil armar una lista porque hay que darle participación a todos. Nunca va a haber lugar suficiente. Me enojaría si no me dan lugar en el espacio, en el gobierno, para discutir lo que atañe a mi actividad. Yo quiero ser partícipe de lo que vayan a proyectar para mi actividad, que es la industria automotriz. Ahí soy muy exigente. ¿Pero por un cargo? ¡Nooooo!
–¿Cuál es su pálpito para octubre?
–El oficialismo quiere evitar las PASO porque entre esa fecha y las elecciones habrá un gran descarrilamiento en el país. Creo que ese es el primer objetivo.
–¿Es posible que generen caos?
–No, ellos saben que si hay una buena elección del Frente de Todos lo que puede ocurrir en diciembre o enero se adelante para esta época. No tenemos que ser economistas para saber que muchas variables se están sosteniendo desde afuera y no desde adentro porque continúa el problema en la industria, sigue aumentando la desocupación y podrán hacer el Ahora 12, 13 o 15 pero creo que el Gobierno está desesperado por la posibilidad de que estalle la bomba en agosto.
–¿Es un temor real o lo usará para mejorar su perfomance electoral en agosto?
–Nooo, yo creo que lo que pretenden es que no les estalle a ellos. Ojalá que no ocurra porque las secuelas son tremendas. Imagine que a la industria parada funcionado casi al 40 por ciento. Tenemos algo también grave como que las cosechas del futuro ya están vendidas. Entonces nos vamos a encontrar con que por ahí con dinero pero no con la comida. Eso hay que tener presente porque hay dos formas de llevar al límite al pueblo. Una es sin plata donde la comida está pero no se la puede comprar y la otra forma de llevarla a un extremo es tener el dinero pero no hay comida porque se la llevaron. Los granos están prácticamente vendida, hay contratos de venta de carne al extranjero, cerdo hacia China. ¡Guarda muchachos con eso!
–¿Y eso cómo se resuelve?
–Creo con un gran acuerdo económico social que abarque todo, desde el alimento hasta la fabricación de todo.