El cierre financiero de junio generó festejos en la city. El dólar cerró en 43,70 pesos y marcó una baja de 24 centavos en la jornada y de 2 pesos con 40 centavos en el mes, lo que implica un retroceso de 5 por ciento en cuatro semanas. Las acciones de la bolsa fueron algunos de los activos con mejor rendimiento. El índice S&P Merval registró un alza del 23 por ciento y hubo empresas que subieron hasta 40 por ciento en el mes. Los bancos y las energéticas computaron las ganancias más elevadas. El riesgo país fue otro de los indicadores que arrojaron buena performance. El índice elaborado por el JP Morgan finalizó en 829 puntos tras anotar un pico de 1013 unidades a principio de junio. La tasa de interés de las Leliq finalizó en 62,68 por ciento con una caída de 8 puntos porcentuales.
La recuperación de las acciones en junio acompañó la tendencia de las bolsas en el mundo. El principal índice bursátil de Estados Unidos ganó 7 por ciento y los indicadores que replican el comportamiento de las acciones de países emergentes avanzaron 5 por ciento. El elemento central para explicar este optimismo financiero internacional fue que la Reserva Federal (banca central estadounidense) envió señales al mercado acerca de que no endurecerá su política monetaria. Los inversores consideran que existe una elevada probabilidad de que baje la tasa de interés de referencia. Esto equivale a reactivar el ciclo de ingreso de capitales a los países no desarrollados, y la plaza argentina es uno de los mercados más favorecidos por esta tendencia.
La apertura irrestricta de la Cuenta Capital produce una fuerte exposición del país a shocks financieros en el mundo, pero al mismo tiempo funciona como un catalizador para la llegada de fondos de corto plazo.
La bolsa porteña registró fuertes ganancias en todos los rubros. Entre los corredores circularon distintos informes con el cierre financiero del Merval. Las firmas siderúrgicas avanzaron en promedio 13 por ciento y se destacó el alza de Aluar (22 por ciento). Las empresas de petróleo avanzaron en promedio 10 por ciento y se subrayó en el sector el aumento del 18 por ciento de YPF. Los bancos fueron uno de los rubros más rentables al ganar en promedio 27 por ciento. Las acciones del Banco Macro subieron 40 por ciento, al tiempo que las de Grupo Financiero Galicia avanzaron 32 por ciento, las de Banco Hipotecario lo hicieron al 23 y las del Banco Santander al 30.
Las entidades financieras se beneficiaron doblemente en junio. Ganaron con el negocio de la tasa de interés en pesos a partir de sus colocaciones de Leliq. El Banco Central cumplió la promesa de mantener los rendimientos de estas Letras por encima de 62 por ciento. Además ganaron por la apreciación nominal del dólar porque les permitió potenciar el negocio con las Letras de corto plazo en pesos que emite el Central.
La baja del riesgo país fue otro de los factores destacados del mes. Se explicó por un rebote en el precio de los bonos en moneda extranjera. Los bonos con vencimiento en el largo plazo como el Argentina 2046 llegaron a ganar hasta un 12 por ciento. Se subrayó también el avance del 7,3 por ciento del Discount 2033 y del 11,4 por ciento del Centenario. Los títulos con pagos de capital en el corto plazo como el Bonar 2020 subieron cerca de 4,0 por ciento. La tasa interna de retorno se mantiene igualmente en niveles muy elevados respecto a la de otros países de la región. El Bonar 2024 por ejemplo tiene un rendimiento de casi 16 por ciento. Un título similar de Brasil o de Chile rinde por debajo del 5 por ciento.
La segunda mitad del año genera incertidumbre entre los inversores. La posibilidad de que se repitan las subas de junio en acciones y bonos empieza a moderarse. Esto se debe a que pocos creen que podrá mantener la estabilidad cambiaria de las últimas semanas. En la medida que empiezan a acercarse las elecciones el comportamiento tradicional de inversores es dolarizar los activos. Esta situación podría generar nuevos desafíos cambiarios para el Central, que en los últimos días empezó a tomar medidas preventivas. Por un lado, vendió sus posiciones en los mercados de futuros y compró nuevos contratos, que podrá ofrecer a precio bajo en caso de que vuelvan las presiones con la divisa.
El mes que viene las reservas deberían dar un salto a partir del ingreso del nuevo préstamo del Fondo. Las divisas del Central finalizaron junio en 64.266 millones de dólares. Se trata de una caída de 38 millones en la jornada y un retroceso de 501 millones de dólares en las últimas cuatro semanas.