“La falta de trabajo destruye el tejido social que permite a la persona humana expresar su dignidad”, afirmó el obispo Jorge Lugones, Presidente de la Pastoral Social. El obispo habló ayer en la segunda jornada de la Semana Social, que se desarrolla en Mar del Plata organizada por la Iglesia Católica. El obispo reclamó también la acción del Estado para garantizar el trabajo. “La cuestión laboral reclama la responsabilidad del Estado, al cual compete la función de promover las condiciones para la creación de oportunidades de trabajo, incentivando para ello tanto al mundo productivo y de la economía social, como al científico-tecnológico y cultural”, afirmó.
Lugones, obispo de Lomas de Zamora, hizo además referencia a la situación de la mujer en el mundo del trabajo y pidió “garantizar la presencia y el protagonismo de las mujeres también en el ámbito laboral”. El titular de la Pastoral Social afirmó que “la persistencia de muchas formas de discriminación que ofenden la dignidad de la mujer en la esfera del trabajo se debe a una larga serie de condicionamientos perniciosos por los cuales son todavía hoy olvidadas en sus prerrogativas, marginadas frecuentemente, e incluso reducidas a esclavitud”.
Parafraseando al Papa, el obispo dijo que “cuando en un sistema social las relaciones del trabajo no son de solidaridad sino de egoísmo, la persona poco a poco es excluida, entrando en procesos de despersonalización que matan; y cuando la desocupación llega a ser estructural, las personas excluidas dejan de estar explotadas y pasan a estar descartadas”.
Lugones citó también a Francisco al afirmar que “cuando el capital se convierte en ídolo y dirige las opciones de los seres humanos, cuando la avidez por el dinero tutela todo el sistema socioeconómico: arruina la sociedad, condena al hombre, lo convierte en esclavo, destruye la fraternidad interhumana, enfrenta pueblo contra pueblo y, como vemos, incluso pone en riesgo esta nuestra casa común”.
En la segunda jornada del encuentro que cerrará hoy domingo, hubo diversas mesas y paneles. El sociólogo Jorge Benedetti denunció la situación de “descarte” que sufren muchas personas en nuestro país y aseguró “no son ajenas a la teoría del descarte las empresas multinacionales con presencia en nuestro país que, de acuerdo con fundaciones que propician la legalización de las drogas y el aborto, conectan estratégicamente con las empresas de agro tóxicos que degradan nuestra fauna y los habitantes de sectores agrícolas”.
En su intervención la doctora en teología Emilse Cuda afirmó que “lo que nosotros definimos como trabajo y derecho del trabajo se parece más a una realidad europea” y propuso analizar la situación de “los jóvenes en las villas que reclaman vivir mientras su trabajo es en medio del narcotráfico, que exigen tener mejores oportunidades” y que se interpelan entre ellos diciendo “vos no sos un delincuente” mientras se aferran en creencias religiosas.
El abogado laboralista, Matías Cremonte, sostuvo que “los debates entre el trabajo y la dignidad lamentablemente no van unidos”. Reivindicó la existencia de asociaciones gremiales y sindicales como la “manera de sostener un sistema que garantice una vida digna” y agregó que “desde las dictaduras militares y el neoliberalismo se ha intentado destruir la conciencia colectiva de la fuerza de trabajo”.
En su participación en el primer día de las jornadas el dirigente industrial José Urtubey coincidió con el obispo Oscar Ojea respecto a la hegemonía de los mercados y dijo que “el mercado no puede ser el que manda, debe existir un Estado que controle” advirtiendo sobre “el peligroso y delicado momento que vivimos debido a la alta vulnerabilidad social”. En la oportunidad el titular de la CTA Autónoma, Ricardo Peidró, consideró “una decisión política” el hecho que haya pobres y que haya hambre y sostuvo que “terminar con el hambre y la pobreza es también una decisión política”.
La mayoría de las intervenciones en el encuentro que finaliza hoy domingo estuvieron marcadas por constantes referencias al magisterio del Papa Francisco, convertido en referente doctrinal y teórico para muchos de los participantes.