El jefe de Gabinete, Marcos Peña, había anticipado por la mañana que, a un mes de haber llegado a la Casa Blanca, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, atendería el llamado de su par argentino. Peña indicó que sería a las 18 y duraría 15 minutos, sin "temario específico". A la hora señalada, en la residencia de Olivos, Peña, el presidente Mauricio Macri, el jefe de Asesores de la presidencia, José Torello, y el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, esperaron el llamado. Fueron 5 minutos. Según el comunicado oficial, Trump volvió a invitar a Macri a su país, con fecha a acordar, hablaron de la región, "particularmente" de Venezuela, y de la creación de empleo, en los Estados Unidos.
A pesar de la brevedad, el comunicado oficial resaltó que el diálogo fue "muy cordial y de mucha cercanía" entre ambos mandatarios y que acordaron que los cancilleres de ambos países, que se verán mañana en Alemania, coordinen la fecha de la visita a los Estados Unidos. En los minutos restantes, Trump le expresó a Macri estar contento por los puestos de trabajo generados en su país, además de tocar el tema "Venezuela".
Peña había indicado esta mañana que el llamado lo "piden ellos" como parte de una serie de comunicaciones con mandatarios de la región. Sin embargo, la charla oficial de cinco minutos, fue producto de una larga serie de negociaciones diplomáticas en las que medió la canciller Susana Malcorra, quien a partir de mañana avanzará para ponerle fecha a la foto de Macri en la Casa Blanca.
El último paso antes de la comunicación con el magnate inmobiliario fue el llamado que el viernes pasado Macri le hizo al vicepresidente estadounidense, Mike Pence, con quien también habló unos pocos minutos.
Macri y Malcorra buscan desandar el camino que hicieron durante la campaña que consagró a Trump como sucesor de Barack Obama. En esa instancia el Presidente y la canciller --y detrás suyo todo el Gobierno- apostó abiertamente al triunfo de la demócrata Hillary Clinton.
La última vez que Trump y Macri habían hablado fue el 14 de noviembre de 2016, pocos días después de que el magnate republicano venciera a Clinton. En esa oportunidad, el multimillonario le habría manifestado a Macri que esperaba que “la Argentina y los Estados Unidos tengan la mejor relación bilateral de su historia". Desde el entorno presidencial, habían definido esa charla como “el diálogo de dos viejos amigos". Ambos se conocen previamente en su faceta empresarial.