YPF aumentó el precio de los combustibles por quinta vez en lo que va del año. Las naftas subieron 2,5 por ciento y el gasoil 1,75 por ciento. Desde el día siguiente al triunfo de Mauricio Macri en el balotaje de 2015, los combustibles acumulan un incremento del 255 por ciento en promedio, en tanto que en lo que va del año registran un alza del 17,2 por ciento. Los nuevos valores de referencia de la petrolera estatal en la Ciudad de Buenos Aires son de 43,81 pesos para la nafta súper (desde los 42,64 pesos previos); 50,43 pesos para la nafta premium, Infinia (desde 49,20); 40,94 pesos para el diesel 500 (desde 40,24), y 47,97 pesos para la Infinia diesel (desde 47,10).
Según la empresa, la suba se debe a dos motivos: por un lado, el incremento durante junio del precio internacional del crudo Brent, que se traslada directamente a los precios locales. Esto es así desde octubre de 2017, cuando el Gobierno liberalizó el mercado interno de combustibles para que haya paridad con los precios internacionales. En aquella oportunidad, Macri defendió la medida asegurando que permitiría una caída en los valores de las naftas en el país. "Soy optimista y creo que el combustible y el petróleo en el mundo van a volver a bajar", había dicho en aquella ocasión, a pesar de que los precios internacionales registraban un alza.
La otra causa del aumento de los precios de YPF es por el nuevo ajuste en el impuesto a los Combustibles Líquidos. La suba prevista por el Gobierno para el gravamen era del 11,8 por ciento por litro, pero mediante un decreto dispuso que sea del 3,92 por ciento para morigerar el impacto sobre los consumidores. La diferencia hasta el 11,8 por ciento se aplicará el 1 de agosto, por lo que en ese momento volverían a subir las naftas y el gasoil.
Tras la decisión tomada por la empresa estatal, se espera que Axion, Shell, Puma y Dapsa también remarquen sus productos.
Cronología de la suba
El 23 de noviembre de 2015, el día después del triunfo de Macri en el balojate, YPF aplicó un aumento del 4,5 por ciento, lo que significó la mayor suba desde 2013, y respondió al alza del dólar de los días previos por el anuncio de Alfonso Prat Gay de que levantaría las regulaciones cambiarias. Con el dólar a 9,74 pesos, el valor de la nafta súper quedó en 12,45 pesos el litro. Desde hoy, la nafta súper de YPF cuesta 43,81 pesos, lo que significa un 251 por ciento de aumento en menos de 4 años.
Por su parte, el litro de nafta premium era de 14,03 pesos, mientras que hoy es de 50,43 pesos: una suba del 259 por ciento. El euro diesel pasó de 12,97 pesos a 47,22 pesos, lo que significa un incremento del 264 por ciento. Y el diesel 500 pasó de 11,82 pesos a 40,94 pesos, un 246 por ciento más.
Mientras que hoy el litro de nafta súper cuesta 43,81 pesos, hace exactamente un año tenía un valor de 27,83 pesos. En julio de 2017 era de 19,74 pesos y en julio de 2016, de 17,08 pesos, según un revelamiento de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y afines de la República Argentina (Cecha).
Con respecto a la nafta Premium, hace exactamente tres años el litro costaba 19,3 pesos. En julio de 2017, 22,33 pesos. En el mismo mes de 2018, 33,20 pesos. Hoy el valor es de 50,43 pesos.
En el caso del gasoil, el litro en julio de 2016 costaba 15,53 pesos. Un año después, 17,32 pesos. En 2018, 24,20 pesos. Y finalmente hoy tiene un valor de 40,94 pesos.
Habrá más aumentos en 2019
Como se indicó más arriba, una de las causas del aumento de las naftas es el incremento del impuesto sobre los Combustibles Líquidos. Mediante un decreto publicado en el Boletín Oficial, el Gobierno dispuso que la suba de este mes sea del 3,92 por ciento, por lo que el gravamen pasó de 9,94 a 10,33 pesos por litro de nafta y de 6,13 a 6,37 pesos por litro de gasoil.
Sin embargo, el aumento del impuesto que había fijado anteriormente el Gobierno era casi tres veces mayor, del 11,8 por ciento por litro. La diferencia se compensará en agosto y allí seguramente se producirá otro incremento de los combustibles al público.
Los constantes ajustes en el valor de la nafta y el gasoil impacta sobre los costos de logística de toda la economía y constituye una de las causas de la alta inflación, junto con los tarifazos de servicios públicos, las subas de prepagas y otros precios regulados.