La Justicia española admitió una demanda de un grupo de abogados cristianos contra la Diputación de Córdoba, debido a una obra que muestra la imagen de la Virgen semidesnuda tocándose los genitales. El cuadro “Con Flores a María”, que integró una muestra en la Diputación de Córdoba, había sido vandalizado por un hombre e incluso había despertado la ira de las fuerzas políticas Partido Popular, Ciudadanos y Vox por “ofender los sentimientos religiosos”.
“Ni yo ni ninguna artista que participa en la muestra queremos ofender a nadie”, se defendió la artista Charo Corrales, quien luego contó que la del cuadro es ella representada como una inmaculada de Murillo.
La demanda fue interpuesta por la presidenta de Abogados Cristianos, Polonia Castellanos, por considerar que dicha exposición constituía “un ataque a los derechos fundamentales”. Ya cuando la obra había sido rasgada por un hombre (quien no fue indentificado), un día después de que los partidos políticos reclamaran que fuese retirada, la artista había explicado que el objeto de la obra era cuestionar estereotipos femeninos ancestrales y no “atacar a la iglesia católica”. La presentación tuvo lugar en una de las provincias más conservadoras de España.
“Nuestro interés es visibilizar a la mujer y su problemática. Si se reacciona así con una obra de arte que no te gusta, ¿cómo se reaccionará con otro tipo de conductas que no te gusta?”, se preguntó. El caso abrió un debate sobre la libertad de expresión y la censura. El ministro de Cultura de Córdoba, José Guirao, fue categórico al momento de opinar sobre la vandalización: “Actos como éste no lo habíamos visto desde la época de los nazis”, destacó.
La exposición se titulaba “Maculadas sin remedio” y estuvo disponible en mayo en el Palacio de la Merced, impulsada por la Delegación de Igualdad de la Diputación de Córdoba y la Fundación Botín. La demanda también alcanza a la delegada de Cultura de la Institución provincial, Marisa Ruz, así como a la autora del cuadro. Castellanos cuestionó también que la “Diputación no tomase medidas a tiempo pese a las quejas recibidas por parte de numerosos colectivos de la ciudad”.
Desde la inauguración de la muestra, la obra estuvo en el foco de las críticas. La Fiscalía Provincial de Córdoba archivó otra denuncia del PP y de la asociación Presencia Cristiana contra la exposición. En tanto que más de 60 mil ciudadanos firmaron una petición en la plataforma CitizenGo, que señalaba que la imagen es “una nueva ofensa contra los sentimientos de los cristianos que parte de un organismo público”, además de una “provocación intolerable cuyo único propósito es ofender los sentimientos de la mayoría de cordobeses y españoles”.
Cuando las críticas llegaron desde los partidos políticos, Corrales se extendió aún más sobre el sentido de su obra. “No es una virgen tocándose el pubis, soy yo. No es la virgen inmaculada, soy yo. Es un autorretrato. Es un fotomontaje. No es real. No existe”, subrayó.