Sherlock es siempre Holmes, pero aquí el elemental Watson, el médico, escudero y biógrafo de Sherlock Holmes, es una mujer y no se llama John, sino Joan. También el supervillano Moriarty esta vez es una mujer, y además, los enigmas no se revelan y develan en el 221 de Baker Street de Londres, sino en plena ciudad de Nueva York. La serie policial Elementary, con sus pesquisas enrevesadas, su caracterización nerd-freak del legendario detective y sus atrevidos volantazos argumentales aplicados sobre el tradicional canon holmesiano, acaba de estrenar en los Estados Unidos su séptima temporada. Que empezará a verse en la Argentina desde el martes 2 de julio, por Universal Channel. Y que fue anunciada como la temporada final. Por lo que estos últimos trece episodios darán por finalizada esta inusual versión del detective británico más célebre de la ficción universal. En realidad, Elementary ha sido una serie muy prolífica: cuando concluya su última temporada, el show habrá acumulado un total de 148 episodios, bastante más que los 56 cuentos cortos y las 4 novelas que escribió sir Arthur Conan Doyle, durante los dos siglos pasados. En ocasión del final de Elementary, Página/12 entrevistó al productor ejecutivo de la serie, Rob Doherty, un experimentado autor televisivo cuyo currículum incluye guiones para series como Dark Angel o Star Trek: Voyager. Doherty es también el creador de la serie y el máximo responsable de las libertades de guión que se toma esta versión del clásico, protagonizada por el hosco inglés Jonny Lee Miller (aquel platinado Sick Boy de Trainspotting) como Sherlock y por la severa Lucy Liu como Joan Watson.

La posibilidad de eventuales tensiones sexuales o de interés amoroso mutuo entre Holmes y la Watson mujer ha sido un camino que Elementary, al menos hasta ahora, se cuidó de esquivar. Aunque la relación de la serie con el famoso canon nunca fue de apego celoso, sino de desafío juguetón. Los misterios a resolver apenas si tienen esporádicos ecos y regustos de aquellos crímenes publicados en los relatos originales de Conan Doyle. Y a los cambios mencionados sobre el canon, puede sumarse otro más, el de la mezcla de dos personajes clásicos en uno solo, ya que Elementary convirtió en una misma persona al legendario y único amor de Holmes –la estafadora Irene Adler– y al cerebral archivillano –el profesor Moriarty. Justamente esta curiosa fusión entre dos personajes del mundo Holmes, el gran amor y el gran enemigo, resultó algo así como una piedra en el zapato para la serie y sus fans: la actriz a cargo del rol de doble cara fue la rubia londinense Natalie Dormer (también conocida por su rol como reina Margaery Tyrell en el tanque Game of Thrones). Y pese a que los planes maléficos de Moriarty operaron siempre en las sombras de Elementary, lo cierto es que Dormer no ha vuelto a aparecer en pantalla en la serie desde 2015, aunque la temporada final y la conclusión de la historia parecía abrir la puerta para su regreso. Sin embargo, en el diálogo con este diario, el propio Doherty ofreció la primicia mundial de que la actriz tampoco reaparecerá en el cierre de la serie: “la verdad es que no veremos a Natalie en la temporada séptima, aunque puedo sí garantizar que el personaje de Moriarty hará sentir su presencia en desenlace de la historia”.

-Uno de los tantos cambios que usted introdujo en el canon holmesiano ha sido el escenario, que aquí es básicamente Nueva York. ¿Es, el de Elementary, el más estadounidense de los Holmes?

- Creo que la nacionalidad de Sherlock Holmes es lo único que nadie debería cambiar sobre él. Se podrá jugar con su género, su edad, su etnia... me parece que todas estas cosas podrían estar en discusión para una eventual adaptación, ¿pero su condición de británico? No… no soy tan valiente.

-¿Qué balance hace del trabajo de la dupla protagónica, ese dueto de siete temporadas entre Jonny Lee Miller y Lucy Liu?

- Ese dueto que conforman Jonny y Lucy, como usted lo llama, ha sido algo hermoso de ver. El espectáculo no habría durado ni una temporada, y mucho menos siete, sin la increíble química que hay entre ellos dos. Obviamente, son muy diferentes de los Holmes y Watson originales, pero para Elementary siempre fue importante tratar de honrar el espíritu de aquella famosa relación nacida en la literatura. Creo que entre ambos personajes siempre ha habido un gran vínculo, por encima incluso de la cuestión detectivesca. Holmes y Watson conforman una relación que merece un reconocimiento adicional al trabajo que hizo sir Arthur Conan Doyle, hace ya más de un siglo. Estaba notablemente adelantado a su tiempo.

-A lo largo de las seis temporadas pasadas, Sherlock y Watson han atravesado muchos problemas familiares. ¿Eso permitió que ambos personajes se vieran más humanos?

-Sí, naturalmente, conocer más sobre las tensiones familiares de Holmes y Watson, sus padres, sus hermanos, sus posturas ante la maternidad, los hicieron más humanos. Y nos dio algo más para contar sobre ellos, en paralelo a su mundo profesional. No todo el mundo puede apreciar los desafíos que implica ser un detective consultor, ¿pero peleas y problemas con padres y hermanos? ¿Proyectos personales que parecen truncarse? ¿Quién no tiene de esas cosas en su propia vida?

- Elementary sorprendió en 2012 al convertir a Watson y Moriarty en personajes femeninos. Teniendo en cuenta los movimientos feministas que han ocurrido en el mundo desde entonces, ¿lo vio venir? ¿Y qué aportaron estos cambios a la trama?

-Ja ja, ja… me gustaría poder decir que lo vi venir, o que me anticipé al clima de época, pero la verdad es que no. Para mí, la decisión de hacer esos cambios de género aquí y allá, en unos personajes, básicamente apuntó a que la narración fuera más interesante. Y a que nos permitiera plantear cuestiones más desafiantes en la historia.

- ¿Cómo será el final de la serie? No le pido spoilers, por supuesto, pero sí un anticipo sobre el estado de ánimo. ¿Habrá sabor agridulce? ¿Acaso alguna caída en las cataratas de Reichenbach, como en el Holmes de Conan Doyle?

-Creo que agridulce es una buena palabra para lo que verán. En cuanto a las cataratas, de hecho, sí tomamos prestados ciertos elementos del cuento El problema final, aunque a decir verdad, también nos inspiramos en otro cuento, La aventura de la casa deshabitada. Pero la verdad es que, para nosotros, era importante contar una historia que tratara más sobre honrar a Sherlock Holmes, a Joan Watson y a la relación entre ambos, que simplemente sobre resolver un misterio. Así que quisimos una despedida de ellos que nos hiciera sentir bien. Ojalá que los fans de la serie también se sientan bien con el final que van a ver.