Gustavo Ferrari, el ministro de Justicia de la provincia de Buenos Aires, ratificó la intención del gobierno de María Eugenia Vidal de reformar el Código Procesal Penal. "El nuevo Código Procesal Penal reemplazará al actual, que es una maraña ininteligible con más de 100 enmiendas, y será un cambio de paradigma a nivel nacional", aseguró el funcionario.
El lunes ya se había realizado la primera mesa de debate con integrantes de la Suprema Corte, la Procuración, los Colegios de Abogados y Magistrados, académicos y miembros de la Legislatura. En tal sentido, Ferrari adelantó que “todas las fuerzas políticas” representadas en el legislativo provincial fueron llamadas a discutir el nuevo Código.
"Citamos a todas las fuerzas políticas para que participen desde ahora, es decir que será una comisión integrada no solamente por expertos, magistrados, abogados, sino también por los distintos bloques de la Legislatura provincial como representantes del pueblo", explicó Ferrari. "La idea es convocar a todos al mismo tiempo para que trabajemos y que podamos tener un Código Procesal Penal enfocado en la víctima en la Provincia, que será pionero a nivel nacional”, detalló.
"Estamos acostumbrados a mirar al victimario en el proceso penal y --sin menoscabar sus derechos-- debemos mirar también a la víctima, pero desde el inicio del daño", agregó. La víctima es la única que participa en el proceso penal sin una manifestación de su voluntad. Los jueces, defensores o fiscales ejercen su función, los victimarios lo están por un acto de su voluntad, pero la víctima estaba en su casa o pasaba por el lugar, y de pronto está involucrada en un proceso".
En enero, Ferrari anticipó que buscará que las condenas a prisión queden firmes con la sentencia de primera instancia y la de la Cámara de Apelaciones para evitar, afirmaron en la provincia, un “festival” de apelaciones. Actualmente, aseguran, una preventiva puede llegar a tener hasta ocho instancias de apelación.