Con la firma del despacho en la reunión conjunta de las comisiones de Planeamiento, Gobierno y Ecología, el Concejo le dio luz verde ayer al polémico proyecto de torres del desarrollador Aldo Lattuca en la manzana 125 de Córdoba, Corrientes, Paraguay y Rioja. Con los votos del oficialismo, el PRO y del concejal Osvaldo Miatello, titular de la comisión de Ecología y autor de la iniciativa que propuso modificaciones al despacho original, el cuerpo se encamina a aprobarlo mañana en el recinto, donde seguramente se amplificará el debate esbozado en el encuentro realizado ayer. Los ediles opositores al proyecto, que adelantaron su voto negativo, plantearon sus reparos por la mega obra y acercaron propuestas, como la que presentó Ciudad Futura para conocer a los titulares de los inmuebles, que podrían incorporarse durante la sesión. De la reunión participaron un grupo de vecinos e integrantes del Taller Ecologista, que rechazaron el proyecto y por tal motivo acercaron una contrapropuesta. "No se puede seguir construyendo una ciudad para pocos", apuntaron.
La reunión conjunta de comisiones realizada en el Salón de los acuerdos del Palacio Vassallo, que fue presidida por Fernanda Gigliani, titular de la comisión de Planeamiento, contó con la presencia de varios ediles: María Eugenia Schmuck, quien preside la comisión de Gobierno, el intendente electo, Pablo Javkin, Verónica Irízar, Horacio Ghirardi y Lisandro Zeno, Roy López Molina, Gabriel Chumpitaz, Agapito Blanco, Carlos Cardozo y Agostina Bouza, Norma López, Marina Magnani y Eduardo Toniolli, Celeste Lepratti, Caren Tepp y Juan Monteverde.
A la hora de defender el proyecto, Schmuck subrayó que va a "revitalizar
el casco urbano". También aclaró que el Concejo "fija indicadores".
El encuentro, de casi dos horas, obró como un aperitivo de cara al intenso debate que se dará mañana durante la sesión, la última antes del receso invernal. A la hora de defender el proyecto, Schmuck subrayó que va a "revitalizar el casco urbano". También aclaró que el Concejo "fija indicadores y conceptos, no discute el proyecto del Ejecutivo".
Irízar se hizo cargo del debate por las compensaciones y se refirió a la ordenanza 8973 del 2012, en la cual se reguló el tema del convenio urbanístico. "La ciudad fue pionera, no hay otra en Argentina que cobrara parte del plusvalor de estos grandes proyectos, cuando se empezó a cobrar no existía ninguna norma", recordó la edila socialista.
Monteverde, de Ciudad Futura, planteó que avanzar con la iniciativa
implica "la subordinación de la política al empresario".
Mientras Tepp mostró su preocupación porque "el urbanizador puede vender los lotes a un tercero", Monteverde planteó que avanzar con la iniciativa implica "la subordinación de la política al empresario". Norma López dijo que el proyecto le generaba "varias dudas" y además de las críticas porque no pudieron acceder a los planos y no se escuchó a los vecinos, señaló que la creación de 500 puestos de trabajo, en un escenario de ajuste "pone en tensión" a los concejales. "Se siguen generando las mayores posibilidades para los grandes urbanizadores y volvemos locos a los pequeños", agregó.
Lepratti, en tanto, respaldó al grupo de vecinos que "se tomaron el trabajo de traer una contrapropuesta y el Concejo no la trató". También se escucharon críticas al Ejecutivo, entre otras la de Maganani, porque los privados "no cumplen con las compensaciones".
Gigliani coincidió que en términos urbanísticos, la que se tratará mañana en el recinto "no es la mejor propuesta para la ciudad, aunque sí tiene aspectos que son positivos". La edila destacó que las modificaciones planteadas en el proyecto "no son sustanciales" y no modifican su mirada original, adelantando que no lo va acompañar.
Los vecinos, que tuvieron un cruce con Chumpitaz porque el edil dijo que en una de las reuniones donde se trató la iniciativa un vecino ni siquiera sabía la calle en la que vivía, y que al término del encuentro se quedaron conversando con Javkin, plantearon que Rosario es una ciudad que "está excluyendo y expulsando al vecino".