El falso abogado Marcelo Sebastián D’Alessio sigue sumando problemas: ya está procesado en Comodoro Py, por extorsión a un despachante de aduana, y en Dolores como hombre clave de una asociación dedicada al espionaje ilegal. Pero este martes Alejo Ramos Padilla le dictó otro procesamiento con prisión preventiva por maniobras de lavado de dinero que llevarían los alcances de la causas a otros países. La misma medida fue aplicada al ex comisario Ricardo Bogoliuk y al financista Pablo Bloise, que también ya están detenidos. Otro integrante del grupo que habría participado de esta actividad financiera ilegal, Marcelo González Carthy de Gorriti, fue declarado en rebeldía. El juez ordenó embargos por 10 millones de pesos. “Los involucrados llevaban a cabo planes y actividades tendientes a relacionar posibles clientes con distintos actores intermediarios a fin de concretar transferencias monetarias de cientos de millones de euros entre distintos países, mediante procedimientos no rastreables en el sistema bancario, lo que generaba comisiones para el grupo en porcentajes específicos del total”, dice la resolución. El texto explica que todo lo hacían a sabiendas del “origen ilícito de los fondos” a los que se intentaba dar “apariencia de licitud”.
En el celular de D’Alessio se encontró un grupo de whatsapp llamado “Buenos Aires”, del que Bogoliuk figuraba como administrador y que funcionó entre el 20 de marzo y el 11 de diciembre de 2018. De las conversaciones que mantenían allí surge un extraño armado mediante el cual aparecían los protagonistas como personas con grandes contactos, capaces de hacer operaciones financieras internacionales por montos elevadísimos, y con comisiones y tasas también exhorbitantes. Por los diálogos, todo indicaría que D’Alessio y Bloise se ocupaban de una parte del presunto procedimiento que consistía en hacer un supuesto contacto con quien recibiría los fondos, mientras que Bogoliuk y González lo hacían con quien haría la transferencia. En uno de los allanamientos al falso abogado se hallaron borradores de los contratos para las transferencias. Por ejemplo, decían que operaban con un banco en Turquía, llamado Is Bankasi, y el envío supuestamente se hacía a través del Foreing Finance Bank, en Anjouan, Islas Comores. En un caso que tenía ese recorrido hablan de 2.500 millones de euros, y la primera parte sería de un millón.
El grupo, dice la resolución, tenía un “licencia offshore” cuya veracidad no se pudo acreditar en el banco Finance de Islas Comores, uno de los centros offshore del mundo, ubicado frente a Mozambique. Lo que se determinó con colaboración de la Procuraduría de lavado de activos (Procelac) y la Policía de Seguridad Aeroportuaria, es que la organización había subido una página web falsa de esa entidad (que existe) a modo de pantalla. Incluso uno de los imputados, Bloise, habla de ese banco como “un sello de goma offshore de una isla africana” y D’Alessio habla de generar “sensación de verdad”. También mencionan que se van a mandar a hacer tarjetas personales truchas para hacerse para aparentar una vinculación con el banco.
Tanto D’Alessio como Bogoliuk han negado en sus indagatorias cualquier vinculación con estas operatorias. El ex comisario incluso dijo que él no armó ningún grupo de whatsapp y que ignoraba de qué le hablaban.
A lo largo de los mensajes de whatsapp surge que se planificaban transferencias internacionales con referencias a bancos en Austria, Hong Kong, Londres y Suiza, además de los de Islas Comores y Turquía. Una de las operarias hace referencia a la inimaginable suma de 1,3 billones de euros, divididos en “tranchas”. Hablan también de la comisión a cobrar. Empiezan por un 26,5 por ciento como costo de la operación más comisiones por 3,75, pero luego D’Alessio dice que para hacer una operación segura deben cobrar más, y pone 29,8 por ciento. Mientras negocian porcentajes, el falso abogado dice: “este punto es personal: si sobre 100 millones, a mí me deja medio millón de dólares, es una pequeña fortuna en el corto plazo. Perdón mi sinceridad”.
Entre los documentos extraídos de las comunicaciones hay uno alusivo a una operación supuestamente concretada por 290 millones de euros dirigidos al banco HSBC en Hong Kong. El documento decía: “TRANCHE #1 -290M- T201705010000010001 – FEB CPO CUSID – PAYORDER”, que indicaría solo un tramo de la operación, que se remonta al 16 de septiembre del año pasado, según el fallo. La transferencia, según los mensajes que manda González, se habían hecho desde el Foreing Finance Bank.
Ramos Padilla consideró que, más allá de que aún no tenga respuesta a exhortos, hay elementos suficientes para procesar a los integrantes del grupo por ser penalmente responsables de asociación ilícita dedicada a efectuar de forma habitual, organizada, con división de roles específicos, y de manera estable en el tiempo, transferencias financieras internacionales a sabiendas del origen ilícito de los fondos y con la finalidad de simular dicho origen ilícito, dar apariencia de licitud a los mismos y ponerlos en circulación en el mercado”.
En verdad hay otra hipótesis delictiva, conociendo las andanzas de D'Alessio. Que armó una escenografía para convencer a incautos de que le transfieran fondos para supuestas operaciones y tasas de interés inexistentes. La jugada tiene más olor a estafa que a sofisticados negocios transoceánicos.