El acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) no era el tema principal del encuentro que el ministro de Producción y Trabajo Dante Sica mantuvo con cámaras empresarias y la CGT, la CTA de los Trabajadores y la CTA Autónoma. En rigor el acuerdo que promociona el gobierno con bombos y platillos se coló en una reunión de la Comisión de Diálogo Social para el Futuro del Trabajo que se había acordado con antelación. Sobre el tratado, el ministro deslizó algunos pocos detalles que fueron considerados insuficientes por los representantes sindicales que reclamaron información más detallada de lo que el presidente Mauricio Macri considera el anticipo de una nueva lluvia de inversiones. Los empresarios no se opusieron y expresaron que es preciso que todo se realice con suficiente tiempo.
"No solo no tenemos la letra chica del acuerdo, tampoco tenemos la mediana ni la grande. Entonces es imposible emitir una opinión", aseguró a Página/12 Ricardo Peidro de la CTA Autónoma. El dirigente señaló además que en el marco de una situación económica donde predomina la desocupación, la precarización laboral y los altos niveles de pobreza. "En ese contexto tenemos que discutir el futuro del trabajo pero con derechos y no con las viejas teorías de los años noventa", indicó Peidro.
El hombre de la CTA A señaló que es preciso conocer al detalle el texto acordado con la UE y, fruto de la posición común que presentaron las tres centrales sindicales, el ministro Sica se comprometió a realizar reuniones durante julio para ir avanzando en el análisis de lo acordado con el bloque europeo.
El detalle más curioso fue que el titular de la Uocra, Gerardo Martínez, quien además ostenta la secretaría de relaciones internacionales de la CGT, criticó la falta de información más precisa y dijo los detalles que había conseguido era fruto de la generosidad de las centrales sindicales de Europa que se los habían hecho llegar.
Martínez reconoció que "preocupa como todo acuerdo, y está el desafío de que se transforme en una ventaja para los intereses de la Argentina". El jefe de la UOCRA recordó que "nadie regala nada en este mundo global, por lo que el desafío es defender la cultura de trabajo y cómo generamos nuevos empleos, sin perjudicar a los existentes". El dirigente sindical recordó también que "nadie regala nada en este mundo global, por lo que el desafío es defender la cultura de trabajo y cómo generamos nuevos empleos, sin perjudicar a los existentes".
Además de Martínez, por la CGT participaron Andrés Rodríguez de UPCN, Sergio Sasia de la Unión Ferroviaria y Roberto Fernández de UTA. Entre estos dirigentes hubo coincidencia en destacar que no es lo mismo hacer un acuerdo con China, por la magnitud del mercado que representa, y tampoco un acuerdo de libre comercio del estilo del ALCA, lo cierto que es preciso conseguir el texto completo y oficial de lo rubricado.
La CTA de los Trabajadores que conduce Hugo Yasky decidió enviar un técnico que trabaja en el área internacional de la central sindical. No había intención de esta central de otorgarle jerarquía política a la reunión. Más allá de lo que se habló, la postura de la CTA-T es impedir que el acuerdo Mercosur-UE sea aprobado por el Congreso por entender que no favorece a la economía argentina y perjudica al sector industrial.
Sica y el viceministro de Hacienda, Miguel Braun, habían puesto sus expectativas en la posición de las cámaras industriales. Miguel Acevedo de la UIA dijo que la entidad está "de acuerdo con la apertura y nadie se opone a eso" pero advirtió que debe ser "en el largo plazo" y agregó que "no vamos a poder integrarnos con alta inflación y con las tasas de interés elevadas".