Como todos los años en que hay elecciones, las corporaciones agroexportadoras comienzan a retacear la liquidación de la cosecha y aprovechar la volatilidad que eso genera en el mercado cambiario. El ingreso de divisas en el primer semestre del año ascendió a 10.718 millones de dólares, un 7,3 por ciento por debajo de igual período de 2018 (11.568 millones). La cifra representa la marca más baja desde 2014, según los registros de la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC). Si se toma solamente junio, la caída interanual fue de 42,1 por ciento.
Pese a que este año hubo una cosecha record, sobre la cual el Gobierno apostó todas sus fichas para aliviar el actual escenario de recesión, los exportadores de granos están liquidando esos ingresos a un ritmo mucho menor al esperado. Las proyecciones oficiales dan cuenta de una cosecha de 145 millones de toneladas, 33 millones de toneladas más que en el ciclo previo. La incertidumbre de cara a las elecciones de octubre y la frágil estabilidad cambiaria de estos días no generan confianza para ingresar los dólares tal como esperaba el equipo económico. La cifra del semestre es incluso inferior a la de 2015 (10.942 millones).
En junio la liquidación de divisas fue de 2218 millones de dólares, un 7,4 por ciento menor a los 2395 millones de mayo previo. Respecto de igual mes del año pasado, cuando se liquidaron 3833 millones de dólares, la baja fue de 42,1 por ciento, según Ciara-CEC. En junio del año pasado el sector acordó un adelanto de liquidación de divisas para estabilizar el mercado de cambios en medio de la corrida.
La mayor parte del ingreso de divisas en este sector se produce con bastante antelación a la exportación, anticipación que ronda los 30 días en el caso de la exportación de granos y alcanza hasta los 90 días en el caso de la exportación de aceites y harinas proteicas. Esa anticipación depende también del momento de la campaña y del grano de que se trate, de acuerdo con el informe del sector.
El complejo oleaginoso y cerealero aportó el año pasado el 41 por ciento del total de las exportaciones argentinas, según datos del Indec. El principal producto de exportación del país es la harina de soja, un subproducto industrializado de este complejo. Es por eso que el sector celebra el acuerdo de primarización de las exportaciones argentinas y de apertura al aluvión de productos importados que impulsa el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea.