El presidente Mauricio Macri se reunió este miércoles con referentes de cámaras empresarias para comunicarles oficialmente el alcance del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea. “Es parte de nuestro objetivo de insertarnos al mundo”, fue la idea que repitió como mantra el primer mandatario a los empresarios. Si bien la reunión que se realizó en la Quinta de Olivos tuvo un carácter más protocolar, sectores productivos plantearon serios interrogantes respecto de la implementación de baja de aranceles para bienes primarios e industriales y la fijación de cupos. Los más preocupados fueron los referentes de sectores sensibles como calzado, textiles, farmacéuticos, industria láctea, vinos e maderera. Estuvieron el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, y el canciller Jorge Faurie. “No hubo ninguna cámara que haya mostrado oposición o disconformidad con el acuerdo”, aseguró Sica en rueda de prensa luego de finalizo el encuentro. La discusión continuará con reuniones por sector para analizar las distintas cuestiones técnicas.
El sector empresario se había enterado a través de los medios de comunicación de un acuerdo que podría cambiar la escena política y económica de los próximos años, con la posible desaparición de sectores sensibles, a los que el empresario agropecuario Gustavo Grobocopatel, como vocero de Gobierno, exhorta a soltarles la mano porque ser ineficientes. De la misma manera respondió el arco empresario, con críticas a través de los medios, por considerar que podrían verse afectados por este darwinismo que estimula Cambiemos. El martes había sido el turno de representantes de la Mesa de Enlace agropecuaria, beneficiarios de un acuerdo que plantea la primarización de las exportaciones argentinas. Este miércoles fue el turno para la industria manufacturera.
El encuentro comenzó a las 15 y se extendió por espacio de dos horas, pese a que la intervención del Presidente fue breve y luego se retiró para dejar la reunión principalmente en manos del canciller Faurie. El primer mandatario se ciñó a reiterar la importancia del acuerdo y dijo que “la industria tiene que apoyar”. Frente a los reclamos que le presentaron los empresarios, aseguró que analizaría el tema impositivo, aunque no hizo referencia a las altas tasas de interés, un reclamo que le hicieron saber desde algunos bloques industriales. Del lado empresario, asistieron Miguel Acevedo, titular de la Unión Industrial Argentina; Jorge Di Fiori, Cámara Argentina de Comercio; Gerardo Díaz Beltrán, de la Confederación de la Mediana Empresa; Daniel Pelegrina, de la Sociedad Rural; Gerardo Venutolo, de Adimra (metalúrgicos), Gastón Remy, del Foro IDEA; Jaime Campos, de la Asociación Empresaria Argentina, entre otros representantes de más 50 cámaras empresarias e industriales.
El primero en tomar la palabra fue Acevedo, quien se manifestó a favor del acuerdo pero insistió en la necesidad de que se atienda la situación económica local que hace imposible a un empresario argentino competir con uno europeo. “El país tiene que acompañar con una política de otro tipo para poder competir”, aseguró el titular de la UIA, quien remarcó que con las tasas de interés actuales eso es imposible. “No podemos seguir con estas tasas. Vamos a tener que tener tasas más bajas, impuestos más bajos y una inflación menor”, insistió Acevedo, titular también de Aceitera General Deheza (AGD). “Primero hay que ver cómo se mejora el clima de inversión y luego cómo nos insertamos”, agregó.
“Es un acuerdo equilibrado que respeta las demandas de los dos bloques y de las economías regionales. Quienes lo critican reflejan la impotencia por no haber alcanzado un acuerdo como este en 12 años de gobierno”, dijo Sica luego en conferencia de prensa. En las últimas horas, con escasa información del acuerdo, las opiniones también tuvieron falta de sustento. Un ejemplo fueron las del presidente de FIAT, Cristiano Rattazzi, quien se había manifestado en favor de los autos europeos respecto de los argentinos. El titular de Adefa (fabricantes de automotores), Luis Pelaez Gamboa, tomó distancia de esos dichos, los que consideró “desafortunados” y manifestó su preocupación por el tipo de integración que deje el acuerdo con la Unión Europea respecto a los convenios bilaterales en materia automotriz entre Argentina y Brasil. De todos modos, consideró que el acuerdo “engloba todas las necesidades que había planteado la industria automotriz”. Gamboa se refirió además a la necesidad de “trabajar en elementos estructurales que van por la parte impositiva, laboral y, adicionalmente, infraestructura”.
“Macri les explicó que esto tiene que ver con las reformas que el Gobierno quiere para la Argentina, para que garanticen la inserción internacional del país”, comentó Faurie en la misma conferencia de prensa que compartió con Sica. El ministro, por su parte, reiteró que el acuerdo implica “un salto en la calidad institucional”. “Especialmente para la Argentina que fue siempre un defolteador serial de contratos”, aseguró Sica, funcionario de un Gobierno que actualmente, si no contase con el apoyo del Fondo Monetario, está en default. Para las pymes no hubo mayores precisiones. El titular de CAME deslizó al término del encuentro que habría un fondo específico de la Unión Europea destinado al sector para que puedan reconvertirse y buscar competitividad.