La línea discursiva iniciada por Lionel Messi y cía. en contra del arbitraje del encuentro de la derrota con Brasil en la Copa América -comandado por el ecuatoriano Roddy Zambrano en la cancha y por el uruguayo Leodán González en el VAR- no tardó en impactar en la AFA, que este miércoles tomó cartas en el asunto y lo hizo de manera literal. Tras emitir un sugestivo tuit en su cuenta oficial de la red social del pajarito por la mañana, la institución rectora del fútbol argentino envió más tarde una misiva de seis páginas a la Conmebol (https://drive.google.com/file/d/1edPItrq5iS0xCErpqXzQZaFKFNo4abW-/view ).

En esta, Claudio Tapia, mandamás de la AFA, le expresa sus "reflexiones" sobre la Copa América y, en especial, sobre el clásico con Brasil al paraguayo Alejandro Domínguez, su par en la Confederación Sudamericana. Con palabras mucho menos coloquiales que los "cobros boludos" y los "foules pelotudos" del VAR (Messi dixit) , Tapia considera que "ha quedado evidenciado que la Selección fue claramente perjudicada por el cuerpo arbitral durante todo el desarrollo del partido y, en particular, por la no utilización del VAR en dos jugadas concretas que hubiesen, sin dudas, revertido el resultado final".

A lo largo del texto, Tapia carga contra la "subjetiva" designación de Zambrano; el "conflicto de intereses" en la Comisión de Arbitros de la Conmebol por la presencia del cordobés Héctor Baldassi (además, Diputado Nacional); y hasta contra la presencia en el estadio Mineirao del Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, la cual "agravó" el ya "evitable ambiente previo al encuentro".

El árbitro recurriendo al VAR, una imagen repetida en la Copa, pero no en el clásico.


Mientras tanto, lejos de las formalidades institucionales, también hicieron su aparición las teorías conspirativas. Una de ellas indica que el uruguayo Leodán González se habría cobrado "venganza" por la actuación del argentino Pablo Loustau en el videoarbitraje de cuartos de final entre la Celeste y Perú, donde se le anularon tres goles a los orientales, quienes terminaron eliminados en los penales.

La otra conspiración se retrotrae hasta 2018, cuando jugaban River y Gremio la semifinal de vuelta de la Copa Libertadores luego levantada por el Millonario. González estuvo en aquel encuentro a cargo del VAR y su ojo clínico fue el único en advertir la mano de Bressan ante un remate de Ignacio Scocco en tiempo de descuento, que terminó en el penal cobrado por el árbitro principal Andrés Cunha (gol de Pity Martínez).


Por último, la versión más politizada sobre el tema la publicó el sitio brasileño GloboEsporte. Según el informe, la frecuencia de radio utilizada por la seguridad presidencial de Bolsonaro bloqueó temporalmente la comunicación entre Zambrano y el VAR, algo que habría tenido secuelas durante el encuentro, por lo que el árbitro no recurrió al videoarbitraje. Una versión que, claro, el Comité Organizador luego desmintió.

Al fin y al cabo, lo cierto es que Zambrano le cobró 19 infracciones a Argentina y 12 a Brasil; que pitó cuatro faltas contra Messi; que amonestó a cinco jugadores de la visita y a dos de los locales; que le cobró un offside a los dueños de casa y que no recurrió al VAR para revisar las dos jugadas de la polémica. Aunque, por el momento, lo más verdadero de todo es que Brasil le ganó 2-0 a Argentina y la sacó de la Copa, queje quien se queje.