"Si Lula no está libre es porque el estado de derecho no está funcionando bien", sentenció el precandidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández, al salir de la cárcel de Curitiba donde visitó al ex presidente de Brasil y líder del Partido de los Trabajadores.
Tras la visita que realizó junto al ex canciller brasileño Celso Amorín, Fernández pidió sensibilizarse por la amenaza que sufren las democracias de la región y aseguró que "el Estado brasileño no se da cuenta de que está generando una mancha para el país manteniendo a Lula preso".
El ex canciller brasileño describió el encuentro como "emotivo" y agradeció la visita del precandidato porque "demuestra una verdadera solidaridad" con una causa como la detención de Lula que es "simbólica para toda América Latina" respecto de la persecución contra los presidentes populares de principio de siglo.
En ese sentido, Fernández aseguró que "la detención de Lula no pasa desapercibida" para los argentinos. "Es un hombre de cuya inocencia no dudo y tiene todo derecho a estar en libertad". "Brasil no merece tener una mancha como es la detención de Lula. El pueblo brasileño no lo merece", sentenció el precandidato presidencial.
"La primera tarea que tiene es ganar las elecciones en la Argentina, porque con esa victoria podríamos tener una esperanza de la vuelta de la democracia a América del Sur", alentó el ex canciller brasileño como conclusión del encuentro.
En la puerta de la cárcel federal de Curitiba, Amorín detalló que el acuerdo comerciales anunciado por los presidentes Macri y Jair Bolsonaro entre el Mercosur y la Unión Europea fue otros de los temas de conversación del encuentro, como así también el mensaje del Papa Francisco respecto del rol del Poder Judicial. "No estamos en desacuerdo con la negociación con la Unión Europa, de hecho, la empezamos en Viena cuando éramos funcionarios", recordó Fernández junto al ex canciller para luego coincidir que, por lo que se conoce hasta el momento, condena a los países del Mercosur a un nuevo proceso de desindustrialización.
"A mi me gusta hablar con seriedad, todavía no conocemos el detalle del acuerdo. Por lo que se conoce, fue un acuerdo anunciado precipitadamente para que Macri puede mostrar un logro en su campaña electoral", lamentó el precandidato del Frente de Todos. "Si el acuerdo es lo que suponemos, que mandamos productos primarios y ellos nos mandan productos industriales, lo vamos a tener que revisar", adelantó Fernández y recordó que Francia fue el primer país en adelantar que no podrá aprobarlo tal como fue redactado.
Durante la breve ronda de prensa ofrecida en la puerta de la cárcel de Curitiba, Fernández señaló que él no apaña los posibles casos de corrupción que pudieron existir sino que defiende las causas injustas por las que se involucra a Lula o a la ex presidenta Cristina Kirchner, quien "está siendo involucrada arbitrariamente en casos que no tienen nada que ver". "Si un funcionario se corrompió, que se haga cargo", aseguró.
En ese punto, el precandidato presidencial señaló que encuentra tres casos similares en el cono sur: Ecuador, Argentina y Brasil. "El objeto de persecución son los líderes, los ex presidentes, y en los tres casos hay un forzamiento de las pruebas en su interpretación para poder involucrarnos en hechos en los que no tuvieron nada que ver", sentenció.
El precandidato también calificó de "poco serias" las declaraciones del presidente Jair Bolsonaro, que al igual que su par Mauricio Macri, sostiene que la vuelta de un gobierno progresista significará transformar al país en Venezuela. "No voy a responder, que siga hablando mal de mí, Bolsonaro, que no sabe el favor que me hace", advirtió Fernández. Y se diferenció de las provocaciones de Bolsonaro al señalar que la Argentina respetará la decisión electoral del pueblo brasileño y que la relación continuará intacta. "Brasil a elegido un presidente y lo respeto. Solo podemos hacer las cosas para estar unidos ambos países", afirmó.