Cuidando los detalles

Pablo Mehanna

En plan de disfrute, lo que más les gustaba a Ignacio y Emiliano era salir a merendar. Ambos estudiaban Relaciones Públicas, trabajaban en ventas y organización de eventos y soñaban con tener un lugar en el que todo fuera como ellos querían. Con esa premisa abrieron Usina Cafetera: una cafetería de especialidad con el foco puesto en la atención. Primero fue el local de Villa Urquiza, que en marzo cumplió cuatro años; dos años más tarde se sumó el de Recoleta. El menú de comidas arrancó simple, similar al de otros cafés del estilo, basado en sandwichería, pero la demanda de los clientes lo fue completando con platos capaces de competir con los de muchos restaurantes porteños. ¿Qué probar? La bondiola braseada ($390), una cocción lenta en cerveza negra que logra que la carne se deshaga en la boca. O el salmón grillado ($450), que sale con risotto de quinoa y calabaza sobre una base de pesto y salsa de granada, detalle que se convierte en el secreto del plato. También hay muy ricas pastas, como los abundantes raviolones de ricota, verdura y provolone o los ya clásicos sorrentinos de calabaza y mozzarella con salsa a elección ($350), que puede ser de brócoli al pesto o una crema al verdeo. En ambos casos se destaca un diseño que, más allá de la presentación, juega con las texturas y logra sorprender en la boca. La propuesta se completa con gran variedad de “entraditas & tapeos salados” (muy rico el topping de pickles de pera, gremolatta y cremoso de queso azul que es parte de la Trilogía de bruschetas, a $260), además de ensaladas, tartas y hamburguesas. Dentro de lo dulce, la estrella indiscutida es la ChocoUsina ($200 la porción), tremenda torta húmeda de chocolate con ganache de chocolate. 

El mejor final, claro, es un café, la especialidad de la casa. Elaborado con granos de Nicaragua, variedad Bourbon y beneficio Lavado, tiene buena acidez, es ligero y con notas más dulces al final. Sale en espresso pero es ideal para filtrar con la V60, una de las cafeteras de moda entre los hipster cafeteros.

Usina Cafetera queda en Antonio Beruti 2751 y en Av. Triunvirato 4307. Horario: 8.30 a 21. De lunes a viernes hay menú del día por $350. Fines de semana suman brunch de 11 a 20.30.


Al horno (de barro)

Pablo Mehanna

El de Piani by La Marguerite es uno de esos patios de los que uno se enamora a primera vista. El espacio nació hace seis años, primero como La Marguerite, de la mano de Magdalena Marquevich, abogada devenida chef pâtissier; y este año se renovó por completo, tras asociarse con Piani, que sumó su horno de barro para consolidar una propuesta de cocina con cafetería de especialidad. 

“La idea era hacer una reversión de esos bares de los años 80, que tenían una especialidad bien marcada; esos bares que luego en los 90 mutaron a esas esquinas enormes y vidriadas que ya no se distinguían por nada”, explica Magdalena. Todo lo que se sirve en Piani by La Marguerite se elabora en el lugar. “Todos los platos pasan por el horno de barro, les da un aroma y una terminación distinta”, apunta.

A la lista de pizzas clásicas, especiales y deluxe (siempre finitas y crocantes, en tamaño personal, chico, mediano o grande; además de los calzone y la variedad de fainá, incluyendo rellenas y saborizadas), se suma una carta con impronta de hogar. Platones de sopa cremosa ($200) con combinaciones como zanahoria e hinojos asados o coliflor y manzana. O reversiones como Murcia ($340), un pastel de calabaza, cheddar, ajo asado, cous cous y hojas verdes, ideal para los días fríos. Además hay hamburguesas (con una versión vegetariana, $340), tartas y ensaladas.

A tono con la especialidad de Magdalena, las tortas y petit fours tienen un lugar destacado en la carta, acompañando el café tostado por Puerto Blest y bien tratado por baristas experimentadas. En este momento están trabajando con granos de Guatemala, cultivados a 1600 metros de altura, de varietal Caturra y  beneficio Lavado. “Cuando uno va a comer, el café no debería ser algo accesorio; es el cierre para un recorrido. Si el café no es bueno me queda la sensación de que ese círculo perfecto no está cerrado. Es lo que te llevás antes de irte a tu casa”, cierra Magdalena. 

Piani by La Marguerite queda en 11 de Septiembre 2620. 4783-3408. Miércoles a lunes, de 9 a 24. De lunes a viernes hay menú del día por $280. Fines de semana suman brunch. 


The dark side of the coffee

Pablo Mehanna

El sello de los hermanos Ezequiel y Sebastián Mellini Branca aparece en cada uno de los detalles de Boretto Wine, Coffee & Food, un espacio que destaca entre la creciente oferta gastronómica de San Isidro, con platos tentadores, vinos originales, café de especialidad, delicatessen, motos y un poco de StarWars. Carteles, pizarras y frases escritas delatan el fanatismo de estos jóvenes por la Guerra de las Galaxias. Ubicado en la que supo ser la casa del abuelo, Boretto arrancó en 2012 primero como vinoteca con sandwichería y algunas recetas clásicas de la familia, como la Lasagna de hongos de Ana, su mamá, que todavía permanece en carta ($330). Con el tiempo fueron ampliando la propuesta con platos clásicos, repletos de sabor y sin miedo a los condimentos. Gran punto para las carnes, como el ojo de bife ($440, sale con vegetales o puré de papas) o la bondiola de cerdo ($430, braseada durante seis horas con salsa barbacoa, criolla y puré de batata). La recomendación es estar atento a los platos del día, como los gnocci con panceta, hongos y brotes. 

Para los vinos el concepto es “look, pick & drink”. Esto es, dar una vuelta por la vinoteca en la que se destacan etiquetas de varietales menos tradicionales, tanto del país como del exterior, elegir la botella deseada y llevarla a la mesa. Y también se venden los productos que utilizan en la elaboración de los platos.

En un viaje, Ezequiel se enamoró de una cafetera La Marzocco que trajo al país en diciembre de 2014. Desde entonces el lugar se convirtió también en cafetería de especialidad, eligiendo materia prima a conciencia: hoy por ejemplo están usando un microlote exclusivo importado de Nicaragua, de la región de Matagalpa, con el que sacan espressos bien elaborados, a la temperatura justa (gran punto de conflicto para los defensores del café “a la argentina”, que sale tan caliente que quema los granos de café). Dicen que de las mezclas salen las mejores cosas: en este caso, la unión de cafetería, deli, vinoteca y restaurante gana un merecido lugar en el norte del GBA. 

Boretto, Wine, Coffee & Food queda en Av. del Libertador 17.388, San Isidro. 4732-9062/4707-0566. Desde 9.30; lunes a jueves hasta las 23; viernes y sábados hasta 24; domingos hasta las 17.